El PSdeG reta al PP a oficializar 'La Coruña' en el Parlamento

Está claro que en A Coruña la vieja y, parecía que enterrada, polémica por el topónimo de la ciudad ocupará papel central en las elecciones municipales de 2011. Ante la promesa del portavoz del PP, Carlos Negreira, de legalizar el nombre castellano si logra una Alcaldía que lleva 27 años en manos del PSOE, la diputada socialista Mar Barcón le acusó de tener por única estrategia y arma electoral provocar el enfrentamiento entre ciudadanos. "Sólo quiere crear polémica y ver discutir a los coruñeses mientras éstos esperan por los millones que prometió para sanear la Ría de O Burgo", replicó ayer la socialista.

Barcón recordó que el PP tiene mayoría absoluta en el Parlamento y por lo tanto suficiente para modificar la Lei de Normalización Lingüística de 1983, que establece que el único topónimo de los 315 municipios es el gallego, "Tiene la posibilidad de cambiar ahora la ley y no lo hace", remachó la dirigente socialista al recordar que Negreira es, además de concejal en A Coruña, diputado autonómico. Para Barcón, los conservadores se escudan en asuntos como el topónimo "porque no puede mirar a los ojos a los ciudadanos en creación de empleo, de infraestructuras o de servicios".

Losada apoya la 'L'

En realidad, los socialistas coruñeses y su alcalde, Javier Losada, también reivindican la legalización del nombre castellano de A Coruña. Pero defienden que sea el PP de Alberto Núñez Feijóo, con su mayoría parlamentaria, el que abra la caja de Pandora y modifique una ley que gozó de unanimidad política en su aprobación. El presidente de la Xunta y del PP siempre condicionó un cambio de la ley a que haya primero un acuerdo de la mayoría del pleno del Ayuntamiento solicitándolo. El BNG, socio de gobierno del PSOE, ya advirtió que rompería la coalición de votarse a favor de tal propuesta.

Tanto Negreira como Losada saben que la polémica del topónimo cosecha votos en la ciudad en la que el que fue alcalde durante 23 años, el también socialista Francisco Vázquez, hizo bandera de L y arrastró varias condenas judiciales por su negativa a usar oficialmente el nombre en gallego. Negreira reabrió la polémica al castellanizar el lema de la precampaña del PP y, bajo el cartel Antes por Galicia, ahora por La Coruña, prometer que hará de esta cuestión núcleo central de su batalla ante las urnas.