Feijóo emprende una ofensiva judicial contra Zapatero

La Consellería de Industria última su denuncia ante el Tribunal Supremo contra el decreto del carbón que ayer aprobó el Consejo de Ministros y que obliga a las térmicas a utilizar mineral español, en lugar del que ahora importan más barato y ecológico, lo que obligaría a las centrales gallegas a cambiar de nuevo sus calderas con inversiones multimillonarias.

Marta Fernández Currás, titular de Facenda, ha pedido a la Asesoría Xurídica de la Xunta un informe para emprender acciones legales contra el Gobierno central por su negativa a ingresar este año 240 millones de euros del fondo de cooperación que, según el Ejecutivo de Feijóo, están previstos en el modelo de financiación autonómica. El presidente gallego dijo ayer que su tesis -según la cual esa partida debe llegar ya este año y no en 2013 tal y como sostiene la vicepresidenta económica Elena Salgado- cuenta con "soporte documental" y advirtió que "una Administración no puede volverse contra sus propios actos", en referencia al acuerdo de financiación autonómica firmado hace unos meses entre las comunidades y el Gobierno.

Industria prepara una denuncia ante el Supremo contra el decreto del carbón

Facenda prevé ir también al juzgado para cobrar el fondo de cooperación

El choque institucional entre los Gobiernos de Madrid y Santiago ya no tiene vuelta atrás y lo dirimirán los tribunales. Además de amenazar con los juzgados, cada día que pasa Feijóo endurece su discurso contra Zapatero y su gabinete. Ayer le acusó directamente de "poner en riesgo los servicios básicos" en Galicia con su negativa a transferir esos 240 millones de euros y denunció un "nuevo agujero de 300 millones". Fuentes cercanas al presidente explicaron que donde había 6.500 millones de euros, este año sólo figuran 6.200 y que en ese escenario peligra "el mantenimiento de los servicios públicos". La tesis mil veces repetida por este Gobierno es que Zapatero está cuadrando sus números a cuenta de las comunidades autónomas, y que esas prácticas las "soportan todos los presidentes aunque algunos no lo puedan denunciar". Feijóo, en cambio, se compromete a llevar sus quejas hasta el final, aunque eso suponga acudir al Supremo.

Ni siquiera las partidas de los Presupuestos Generales del Estado destinadas a Galicia, que la convierten en la segunda autonomía que recibirá más fondos per capita, satisfacen al presidente gallego, quien ayer optó por desacreditar las cuentas para el año próximo con el argumento de que la previsión de crecimiento, del 1,3% del PIB en 2011, sobre el que se asientan es un cálculo equivocado. "Con todo el respeto hacia la ministra Salgado, se equivocó en 2010, en 2009, en 2008 y lo vuelve a hacer ahora, es una cifra pintada en un papel. Se equivoca en las previsiones macroeconómicas", clamó, "y así es muy difícil salir de una recesión económica".

Ni siquiera el titular de Fomento, José Blanco, cuyo ministerio dedica el 11% de su presupuesto territorializado a Galicia se libró del tirón de orejas. Olvidada ya la foto del Pacto del Obradoiro, Feijóo recordó al ministro que quedan 90 días para acabar el año y faltan 3.000 millones de euros por licitar.

A la lista de agravios contra Galicia sumó la pasividad del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino frente a los bajos precios que pagan las industrias a los ganaderos por la leche. En este caso el presidente optó por encargar al Tribunal Galego de Defensa da Competencia que fiscalice las prácticas de las empresas lácteas. Hubo todavía un último reproche a Zapatero por no visitar Galicia "durante el mejor Xacobeo de la historia". "Él es el que se pierde la visita a una ciudad Patrimonio de la Humanidad".

Metido a poner deberes a otros gobiernos, el presidente anunció también que ha enviado una carta al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, para que impida la reprogramación de los fondos europeos que pretende llevar a cabo el Ejecutivo luso para recortar las partidas del AVE de Vigo a Oporto y emplearlos en la línea que va desde Lisboa a Madrid. "Durão Barroso es conocedor del compromiso que tenían España y Portugal con ese tren", subrayó.

La misiva la ha remitido también al presidente portugués, José Sócrates, e incluso al ministro de Fomento, José Blanco.