Méndez niega al presidente crédito para negociar

Tras la huelga general, el Ejecutivo pretende aprovechar el desarrollo de la reforma laboral para acercarse a los sindicatos y cerrar heridas abiertas. No le resultará fácil. "En la situación actual, el jefe del Gobierno no tiene credibilidad", sentenció el líder de UGT. Cándido Méndez respondía así a las palabras del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, el domingo en Zaragoza, en las que emplazaba a las centrales a negociar la futura reforma de las pensiones y hacer propuestas contra el paro. Una "táctica" "oportunista" y "burda", según los sindicatos.

De no mediar un golpe de timón, a tenor de las palabras de Méndez será difícil que el Ejecutivo encuentre un cauce de negociación con los sindicatos para estos y otros temas. "Ha roto la negociación colectiva con los funcionarios, ha puesto el Pacto de Toledo al borde del precipicio, ha impuesto una reforma laboral", ahondó Méndez, "tiene que haber una rectificación".

También el secretario general de Comisiones Obreras (CC OO), Ignacio Fernández Toxo, reclamó al Gobierno que dé marcha atrás y le pidió un cambio radical. Lo hizo tras atacar a Zapatero por reclamarles recetas contra el paro. "No puede decir que espera propuestas y quedarse tan ancho. Desconoce interesadamente la batería de propuestas que le hemos hecho", arguyó, aprovechando el acto de adhesión de varias ONG a la huelga general.

Toxo negó sentirse en vísperas de un test, en referencia a la convocatoria de paro. "Si alguien se presenta a un examen es la sociedad española", zanjó. Por su parte, Méndez afirmó que el papel de los sindicatos no cambiará sea cual sea el seguimiento de la convocatoria. "Tenemos una evaluación democrática permanente cada cuatro años en las elecciones sindicales", zanjó.

No solo el día después de la huelga general sirvió a los líderes sindicales para atacar al Gobierno. También cargaron contra el Ministerio de Economía por convocarles para hoy a una reunión sobre los Presupuestos Generales del Estado de 2011. En un comunicado conjunto, ambas centrales calificaron la cita de "tomadura de pelo".

Tradicionalmente este encuentro siempre se produce antes de que se apruebe el anteproyecto de ley por el Consejo de Ministros. Este año la convocatoria ha llegado a posteriori, lo que ha enojado a las centrales. A esto hay que unir que Economía quería verse las caras con ellos en vísperas de la huelga general, lo que llevó a UGT y CC OO a dar plantón a la ministra, Elena Salgado.