Gómez pretende movilizar a la izquierda y defiende a la vieja guardia del partido

Una vez que Tomás Gómez es candidato oficial a las primarias, tras conseguir 6.548 avales de los militantes, no había dudas de cuál iba a ser el sitio para dar el pistoletazo de salida a su campaña: Parla (115.611 habitantes). La ciudad que le convirtió en el alcalde más votado de España recibió ayer a un Gómez emocionado, que mostró su intención de movilizar a esa "izquierda que no va a votar" para acabar con la "sobrerrepresentación de la élite" en el poder. Y que, ante las críticas de su rival político, Trinidad Jiménez, de "anclarse en el pasado del partido", defendió esos apoyos que le presta la vieja guardia porque "sin pasado y sin raíces no hay futuro".

"Me siento orgulloso del Gobierno de Felipe González -"que permitió que los hijos de los trabajadores pudiesen estudiar", añadió después- y del Gobierno de Zapatero. Yo no miro al pasado pero sé que sin pasado y sin raíces no hay futuro. No me escondo detrás de Felipe González, pero tampoco le escondo a él, ni a ningún otro socialista", clamó entre vítores.

"Me siento orgulloso del Gobierno de Felipe González", dijo Tomás Gómez

Gómez respondía así a las declaraciones que hizo el sábado la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez que, frente a los apoyos que le han mostrado a Gómez seis ex ministros -incluido José Barrionuevo, imputado en 1998 por el caso GAL- reprochó que "quien se instala en el pasado no tiene ninguna posibilidad de ganar".

Durante el discurso, interrumpido en varias ocasiones por los aplausos de las más de 500 personas que abarrotaron el teatro Jaime Salom, Gómez estuvo arropado, entre otros, por Rosa Alcalá, con la que en 1992 se batió en unas primarias por la alcaldía de Parla. También acudió y pronunció su discurso el diputado de la Asamblea regional, José Cepeda, quien intentó disputarle en 2007 la secretaría general del PSM; y por el actual regidor de la localidad y amigo desde la infancia, José María Fraile.

"Hay que movilizar a esa mayoría silenciosa de izquierdas que tiene Madrid que después no se ve reflejada en las urnas. Hay que llevar a la mayoría social al poder", dijo Gómez que repitió, como en otros mítines, que su candidatura era la de la "gente normal y corriente". Y la gente le respondió al grito de "¡presidente, presidente!".

Gómez despidió su discurso defendiendo que su proyecto apuesta por una sanidad y una educación "que deberían ser gratuitas" y pidió "autocrítica" a los socialistas para cambiar el "modelo económico que nos ha llevado a la crisis".