De Nacionalismos
Hace unas semanas leí un artículo en el que se argumentaba que el Gobierno vasco carecía de un discurso adecuado a contrastar con el utilizado por los políticos nacionalistas al discutir la transferencia de las políticas de empleo. Según el autor y me centraré en esta afirmación "no es cierto que la única misión de los políticos vascos sea la de mejorar la posición de Euskadi en España....". La sorpresa que me lleve al leer el artículo fue mayúscula. Si los políticos vascos no se ocupan de mejorar a Euskadi en España o en el mundo ¿para qué los queremos?, pensé. Yo siempre he creído que la función objetivo de los políticos vascos debe ser la suma de los "deseos "de los ciudadanos vascos (por difícil que pueda ser conocerla) y que, por tanto, es a ello a lo que tienen que dedicar su esfuerzos y anhelos no sólo en España, sino también en Europa y en el mundo. Los vascos formamos parte del Estado español, nos guste o no, porque así fue aprobado en la Constitución y en alguna ocasión, aunque no habitualmente, pueden producirse conflictos de intereses en tanto que lo que es bueno para los vascos no lo sea para el resto de España. La postura nacionalista, la que defiende sólo lo nuestro, es según el autor totalmente insolidaria. Se persigue decía, "que el ciudadano trabajador vasco quede privilegiado frente al ciudadano trabajador español por un trato de favor que no se fundamenta en razón válida alguna, salvo la de unos etéreos "derechos históricos".
Nos gusta que en Euskadi nuestros políticos defiendan a los que aquí vivimos
Siempre he creído que toda política se hace desde algún "nacionalismo"; la política española se hace desde el nacionalismo español, la vasca desde el nacionalismo vasco y la europea desde el nacionalismo europeo o sino ¿por qué los europeos no siguen a pie juntillas lo que dice EE UU en relación a la guerra de Irak por ejemplo? O ¿por qué los franceses luchan contra lo que predica el parlamento europeo cuando está en juego lo que ellos quieren conseguir, o los británicos no han adoptado el euro como moneda? O ¿es que también debemos decir a los británicos que tienen unos "derechos etéreos" que no justifican el no haber entrado a formar parte de la zona euro? Qué duda cabe de que esa decisión pudo perjudicar a los países de la zona euro.
Como economista lo que he aprendido es que cuando se descentralizan las funciones que ha de cumplir el sector público de un Estado es porque se considera que hay gobiernos subestatales que pueden conseguir maximizar el bienestar de los ciudadanos de ese territorio de forma más provechosa; y esto es así porque el principio de cercanía permite conocer mejor las preferencias de la comunidad, región, país, nación o ente subestatal y porque puede funcionar el principio de las economías de escala en la provisión de ciertos bienes. También he aprendido que deben satisfacerse ciertas condiciones. Se debe aplicar, por ejemplo, el principio de la responsabilidad fiscal; es decir, cada ente público debe soportar el peso político de gravar impuestos y no sólo beneficiarse del gasto público del que disfrutan los ciudadanos.
En los estados organizados de manera federal lo que se descentralizan son las competencias que afectan a los ciudadanos de los entes sub estatales (caso Suizo, Alemán,....) o estatales (caso EE UU) pero no se descentralizan las competencias que influyen en el logro de la equidad o la justicia. Esto es lo que enseña la teoría del federalismo fiscal. Y es precisamente esta condición -difícil de lograr-, lo que hace que los gobiernos subestatales no tengan porqué preocuparse más que del bienestar de sus propios ciudadanos; esa es su función objetivo, lo mismo que la función objetivo del Gobierno español es la suma de los deseos de todos los españoles, lo que le obliga a estar atento a cualquier situación de injusticia, insolidaridad o falta de equidad en todo el territorio del Estado.
Desde esta óptica mantener que los políticos de un ente subestatal no se preocupen exclusivamente de los ciudadanos a los que representan no tiene sentido. Es como si implícitamente se diera por hecho que el no tener un Estado obliga a tener una función objetivo, totalmente distinta, a la que tienen los Estados. Algo para mí incomprensible como lo es el resultado de aplicar la argumentación del articulista al caso europeo.
En general lo que nos satisface a los ciudadanos es que cada alcalde y concejal se ocupe de sus vecinos (lo cual no está reñido con la solidaridad con los españoles, con los hindúes, ni con los pakistaníes), nos gusta que en Euskadi nuestro gobierno y nuestros políticos defiendan a los que aquí vivimos, que en Europa, el presidente Zapatero defienda los intereses de los españoles y nos gusta también que Europa vele por los intereses europeos sin seguir fielmente lo que EE UU o China pueden querer conseguir en un determinado momento y por mucho poder que esos grandes Estados tengan, sin que por ello renunciemos a que se ejerza la solidaridad dentro y fuera de Europa.
Este asunto de las funciones objetivo de los distintos niveles de gobierno siempre me ha parecido interesante. Encontrarme de bruces con una opinión tan divergente a la mía me ha sorprendido. Espero que el articulista aludido, aunque sin nombrarle, no se sienta molesto. Entiendo que la discrepancia siempre es enriquecedora.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.