Sobre la educación y el 'rap'
José Antonio Marina y El Chojin comparten una charla dentro de Eutopía
A primera vista, choca. Un filósofo y un rapero, ¿juntos en una mesa y hablando sobre los usos del lenguaje? Pero si uno se para a pensar un momento, se da cuenta de que la elección tiene lógica. José Antonio Marina es un filósofo y catedrático de instituto que ha dedicado buena parte de su carrera a investigar acerca de la educación y los adolescentes. El Chojin es un rapero y desde hace 10 años participa en talleres para alumnos "problemáticos" de institutos. Las materias primas con las que trabajan son las mismas: adolescentes y el lenguaje necesario para comunicarse con ellos. De todo esto hablaron el pasado miércoles en la azotea de la sede del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) de Córdoba, dentro del festival de creación joven Eutopía.
"El 'rap' sirve para decirse las cosas a uno mismo", reflexiona el filósofo
"El lenguaje es nuestro hábitat", sentenció Marina. "Si fuésemos geranios o grullas nos bastaría con el aire o el agua para vivir. Pero nosotros vivimos, y estamos hechos, de palabras. Y si estas se tergiversan, nos envenenamos. Pero sin ellas, nos podemos intoxicar de silencio. Y eso es lo que emponzoña las relaciones", prosiguió ante una abarrotada audiencia de jóvenes y adultos (muchos docentes) que llenó el espacio.
El Chojin recogió el testigo. "El movimiento hip-hop nació en los barrios más deprimidos de Nueva York para poner en contacto a las personas". Y Marina le preguntó, algo más tarde: "Pero lo que canta la música rap no es tanto para comunicar, si no para decirse las cosas uno a sí mismo, ¿no?" "El rap te obliga a pensar qué es lo que tienes, qué es lo importante (...). El hip-hop te anima a cambiar las cosas", le respondió El Chojin. "Un amigo mío decía sobre el rap: 'Aprendo de las cosas que yo mismo estoy diciendo'. Y resume muy bien esa filosofía de aprender y cambiar, conversando con uno mismo". Esa afirmación le recordó a Marina una cita de Edward Morgan Foster, el autor de Pasaje a la India: "¿Y cómo voy a saber yo lo que pienso, si todavía no lo he dicho?, decía este escritor. Sin duda tu amigo dio en el clavo sobre el pensamiento y el aprendizaje", le confesó el filósofo al rapero.
El diálogo interior de las personas, que en parte ha vertebrado al rap, indujo a El Chojin a una cuestión. ¿Por qué no dejamos de preguntarnos el porqué de todo? ¿Por qué pensamos que siempre existe una estructura lógica detrás que tenemos que entender? Marina acudió en su auxilio. "Nuestro cerebro está diseñado para hacer preguntas. El ser humano lo necesita. Buscamos siempre una respuesta para tranquilizarnos. Pero a veces, eso nos mete en unos líos espantosos". "Quizás es que creemos que somos más lógicos de lo que somos", apuntó El Chojin. "Sí", le apoyó Marina, "lo que pensamos depende del cerebro. Este es maravilloso, pero ha sido diseñado muy poco a poco y de manera bastante chapucera. Las emociones las tenemos localizadas en la parte más profunda, diseñada hace 200.000 años. En las últimas capas están las habilidades lógicas, como el lenguaje, que son más maleables. Lo complicado es cómo se unen ambas partes. Y eso se hace con la educación. A mí me interesa la educación infantil para ver si se puede llegar a 'modernizar' su lado emocional y pasional".
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