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El cuento de hadas de Álex Angulo

El actor recoge emocionado el premio Zinemira en la Gala del Cine Vasco

Álex Angulo recibió anoche en el Teatro Victoria Eugenia de manos del director Imanol Uribe el premio Zinemira en la Gala del Cine Vasco del Festival donostioarra. Viendo la sonrisa del actor y, a tenor de sus sinceras palabras de agradecimiento, cuesta imaginarle encerrado en una habitación de hotel unas horas antes preparando su discurso. "Estoy frito intentando coordinar cuatro frases para poder decirlas. Ya tengo cuatro folios rotos. Creo que al final voy a decir las cosas de siempre", confesaba a EL PAÍS a media tarde.

"Estoy nervioso, como si tuviera que salir a escena, como si estuviera esperando a que el director me diga que comienza una escena. No quiero que se me olvide ningún amigo o familiar, ningún abrazo", explicaba a renglón seguido.

Y sus deseos se cumplieron. En la ceremonia, conducida por Elena Irureta y Koldo Martínez, Angulo afirmó no saber "cómo empezar ni terminar" y dedicó el galardón a todo el mundo del cine, puesto que "esto es una profesión de compañerismo".

Mención especial merecieron Uribe, con quien cometió sus primeros "aciertos y errores" -su primer filme fue La fuga de Segovia, que aquel dirigió-; Álex de la Iglesia, Ramón Barea, Carraca y Los Cómicos de la Legua, "que me demostraron que la vida es teatro", y, por supuesto, su esposa, con quien ensaya "todos" sus secundarios.

Si Angulo pudiera entregar el premio se lo daría a alguien de su generación, actores a los que ha admirado "mucho", como Mariví Goyoaga, Elena Irureta, Txema Blasco o Joseba Apaolaza, entre muchos otros, que le "odiarán" por no decir su nombre.

El actor vizcaíno sabe que tras el frenesí de estos días, en los que ha compaginado entrevistas y promoción de la película de Óscar Aibar El gran Vázquez, en la que interviene, volverá la calma, que empleará para "tratar de estar en casa" con su familia, "que son los que te ponen los pies en el suelo". Angulo aseguraba que "el cuento de hadas acaba", por lo que "no queda otra que volver a empezar, poner de nuevo los pies en el suelo, volver a hacer bien las cosas".

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