"La reforma laboral es reversible"

"La reforma laboral es reversible", sentenció ayer Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CC OO. "Zapatero es experto en rectificaciones", redondeó Cándido Méndez, secretario general de UGT. Más de 2.000 delegados sindicales se concentraron ayer en el pabellón de El Cabanyal de Valencia para calentar motores a una semana de la jornada de huelga general contra la reforma laboral y la congelación de las pensiones. El pabellón se llenó con una puntualidad exquisita y se volcó con las intervenciones de Toxo y Méndez.

"Hay un ruido de fondo porque empiezan a tomar conciencia de que va a haber una huelga como la copa de un pino", arrancó Toxo. "Zapatero se va a Wall Street a explicar los recortes en las pensiones, los ajustes de salarios, los ajustes de la inversión productiva... se ha convertido en el campeón de los recortes. ¿Qué horizonte ofrece para los 4,7 millones de parados que hay en España? ¿La resignación? Buscan atajos a través de la reforma laboral, de los recortes, pero no hoy otro atajo para salir de la crisis que no sea impulsar la inversión productiva pública y privada".

"Es indignante que la izquierda asuma de forma acrítica la política neoliberal"

El secretario general de CC OO se mostró muy crítico con el Gobierno: "El ahorro privado creció un 20% en España en 2009 y los bancos se niegan a transferir esos fondos a la inversión. Cuando eso sucede, los Gobiernos tienen la obligación de intervenir. Pero aquí se ha hecho al revés. Se ha transferido deuda privada a deuda pública. Y ahora resulta que la prioridad es recortar el déficit, no crear empleo. Al reducir el gasto, cae la actividad y se destruye más empleo. Es indignante que desde la izquierda se asuman de forma acrítica las políticas neoliberales. Los que nos trajeron la crisis, ahora no quieren meter en el pantano".

Toxo reclamó subidas de impuestos, gravar las sucesiones o recuperar los impuestos sobre patrimonio. Y aseguró: "Los sindicatos nos hemos convertido en la última barrera que todavía tiene que derribar el reduccionismo del pensamiento único".

Y se negó a aceptar que no haya alternativas a los recortes: "No nos conformamos con que la gente nos siga, queremos cambiar la política, la reforma laboral es reversible".

Cándido Méndez, de UGT, abundó en la eficacia de la huelga general para forzar al Gobierno a negociar. "Ayer, después de pasar por Wall Street, un joven le preguntó a Zapatero cómo propone una tasa para las transacciones financieras internacionales si antes decía que bajar impuestos también era de izquierdas. Y Zapatero respondió que las posturas fundamentalistas conducen al fracaso. Es un experto en rectificaciones. Y después de la huelga, rectificará".

Méndez lamentó que el Gobierno "use como burladero lo que le dicen en Europa" y alertó sobre el "verdadero objetivo de la reforma, que son los trabajadores con contrato fijo desde hace años. La reforma favorece la sustitución de trabajadores veteranos por jóvenes sin derechos". Y bromeó: "Eso sí, hasta los 67 años tendrán tiempo para buscar otro empleo". Méndez concluyó: "Al Gobierno no le gusta la huelga, pero a la derecha, todavía menos, le tienen más miedo que a un nublao porque será un revulsivo democrático".