Pasiones descontroladas en el TNC

Barcelona

Corre el año 1968 en un pueblo rural del Vallès. Mariagna (Mercè Arànega), una mujer madura, atractiva y con mucho carácter, decide casarse en segundas nupcias con Silvestre (Ernest Villegas), un chico con embestidas irracionales mucho más joven que ella, que solo piensa en el sexo y en ser el señor de la casa. Pero en la angosta masía que habitan comparten espacio con la hija de la primera, Mariagneta (Maria Rodríguez), una joven de 22 años más decidida, si cabe, que su madre. La mala relación entre las dos mujeres, junto a la aparición de deseos imposibles de reprimir, convertirán a esta inusual familia en un triángulo amoroso en el que las pasiones descontroladas estarán a la orden del día. Y por ello serán los protagonistas de las sobremesas de todo el pueblo.

Sobre este argumento gira la versión que Manel Dueso ha realizado de Misteri de dolor, de Adrià Gual, que inaugurará la temporada del Teatre Nacional de Catalunya el 1 de octubre. Estará en la Sala Petita hasta el 14 de noviembre.

Su adaptación, confiesa Dueso, no ha sido fácil: "Es primitivo, no hay retórica ni razonamiento. Gual enfrenta a los personajes como en una pelea de gallos. Es un choque terrible entre locura y sentido común, y como en el teatro no existen los psicólogos, todo acaba estallando", explica. Pero no es un vodevil con puertas entreabiertas ni correteos por el escenario, advierte. Y por ello tampoco ha sido fácil el trabajo de los 12 actores que conforman el reparto. "Ayer aún me llevé un chorreo, debes aparentar normalidad con un punto de locura", confiesa Arànega.

Como El casament d'en Terregada en la temporada pasada, Misteri de dolor es uno de los clásicos catalanes que el TNC pretende recuperar. Cuando Gual, renovador de la escena de principios del siglo XX, lo estrenó, causó un gran revuelo. Algo que esperan que vuelva a pasar en el TNC.