Emakunde quiere ampliar a Secundaria sus planes contra la violencia sexista

Cuanto antes, mejor. Bajo este argumento, Emakunde presentó ayer el nuevo curso del programa Nahiko (Basta), que durante este año escolar potenciará la igualdad y concienciará en contra de la violencia conyugal en los dos primeros cursos de Educación Primaria de 29 colegios. La directora del Instituto Vasco de la Mujer, María Silvestre, mostró ayer su interés por ampliar a partir de 2012 estos planes a las aulas de Secundaria (alumnos de 12 a 16 años).

La necesidad parece acuciante, ya que el Departamento de Interior informó ayer mismo de dos nuevos casos de violencia sexista en los que las víctimas eran menores de edad.

Los estudiantes de primero y segundo de Primaria de los colegios participantes contarán con materiales adaptados a su edad con los que aprender a desmontar los estereotipos y las desigualdades enmascaradas en el día a día. El programa también involucra a las familias en esta tarea. De los ocho años que lleva en marcha Nahiko, este es el primero en que la iniciativa se enfoca hacia edades tan tempranas.

Silvestre valoró que "los niños y niñas que han participado ven la realidad de una forma diferente". Al hilo de ello, la viceconsejera de Educación, Marian Ozcáriz, presente en el mismo seminario en Vitoria, remarcó que la escuela debe empezar a transmitir estos valores a los más pequeños, aunque recordó que este trabajo se debe "vincular al de las familias".

Aunque este año se centra en los pequeños, Emakunde mira a Secundaria para los próximos cursos. Silvestre abogó por trasladar la experiencia que su instituto ha ido acumulando estos años a los adolescentes -se sumaría a Educación para la Ciudadanía, donde ya se aborda esta cuestión-. Y es que "se está detectando que se reproducen estereotipos sexistas", dijo. Así lo apuntan los datos del Ministerio de Igualdad: un 18,9% de las adolescentes justifica el sexismo y la agresión como forma de enfrentarse a conflictos. Además, el 4,9% de las chicas de 13 a 18 años ya ha sido víctima de algún tipo de maltrato.

"Las generaciones jóvenes pueden creer que se ha solucionado el problema de la desigualdad", avisó Marina Subirats, socióloga catalana y directora del Instituto de la Mujer nacional entre 1993 y 1996. Tras ofrecer ayer una conferencia en Emakunde, Subirats explicó a EL PAÍS que existe la posibilidad de retroceder en este ámbito. "En el siglo XII, las mujeres de Barcelona eran más libres que en el XIV. Nos podemos encontrar con que las del siglo XXIII tengan una menor libertad que en el siglo XXI". Sin embargo, se mostró esperanzada ante un futuro sin los roles sexistas, y valoró el cambio de los últimos años, "impensable" cuando ella comenzó su andadura en el movimiento feminista.

Subirats defiende que "la modificación del papel de las mujeres ha sido mayor que el de los hombres; los dominantes son más reticentes al cambio". El esquema de roles, y el modelo ideal de hombre, no se corresponde con las necesidades reales. "La mujer de hoy no quiere un hombre protector en casa, sino un compañero con que compartir responsabilidades". Subirats aboga porque la escuela explique a los niños los beneficios de la igualdad y recuerda que "está para corregir" el efecto que pueden causar algunos roles reflejados en las familias.