Interceptado un velero con 1.510 kilos de cocaína en un falso techo

La policía ha decomisado 1.510 kilos de cocaína ocultos en el falso techo de dos camarotes del velero británico La Flibuste. El barco estaba siendo seguido desde hacía semanas por agentes del Grupo 42º de la Brigada Central de Estupefacientes, que finalmente lo localizaron el pasado viernes frente a las aguas jurisdiccionales de Portugal, a unas 180 millas de las costas de Cádiz. Inmediatamente, efectivos de los GEO (Grupo Especial de Operaciones) abordaron al velero, protegidos por un barco de la Armada que había sido avisado para que se encargara de remolcarlo hasta Puntales.

Dentro del velero viajaban tres hombres: un español y dos de nacionalidad francesa. Uno de los arrestados era el patrón del yate, otro era el cocinero, y el tercero, un español domiciliado en Tarragona, se supone que era el garante de la operación por parte de la red importadora.

Los tres tripulantes se quedaron a bordo custodiados por tres agentes que los vigilaron mientras el barco era remolcado hasta la base de Puntales (Cádiz).

Una vez en puerto, los policías antinarcóticos se llevaron un buen susto cuando registraron el navío y no encontraron la droga. Por eso, requirieron la intervención de una unidad especial de la policía (el Grupo de Operaciones e Intervenciones Técnicas. GOIT), que acabó descubriendo el cargamento en el falso techo de dos camarotes de proa. Antes de eso, los técnicos pasaron varias horas de intensa y desesperada búsqueda y se vieron obligados a practicar varios agujeros en diversas partes de La Flibuste, según fuentes de la investigación. El barco de recreo, de bandera británica, de tres palos y 30 metros de eslora, es propiedad de una empresa inglesa que habitualmente se dedica a viajes de recreo por el Caribe.

Los encargados del caso sospechan que la organización tenía previsto descargar la droga en un puerto de recreo español que no ha sido determinado.

Los 1.510 kilos de polvo blanco, cuyo valor se estima en 100 millones de euros habían sido cargados por los narcotraficantes en un punto del Caribe próximo a las islas de Trinidad y Tobago. Por el momento, la policía solamente ha detenido a los tres tripulantes, aunque mantiene abierta la operación para tratar de localizar y detener a los integrantes de la red en tierra que había financiado la operación y que se iba a encargar de la distribución de la mercancía.

Fuentes policiales suponen que una parte de la droga iba a ser vendida en el mercado español y el resto en otros países europeos.