Ensayo de la huelga general

De manifestación por la recuperación del tejido industrial andaluz a ensayo de la huelga general. En eso se convirtió ayer la marcha que CC OO y UGT organizaron en Sevilla. Una llamada a la que acudieron más de 6.000 personas, según sus cálculos, entre empleados de Delphi, Astilleros, Boliden, Vitelcom, Fundiciones Caetano, Santana y delegados sindicales. "La huelga en Andalucía será un éxito porque aquí somos un gran piquete", advirtió Felipe López, secretario general de industria de CC OO.

A una semana del 29-S, los sindicatos hicieron ayer su experimento huelguista en Andalucía. Querían informar a los suyos para que pasasen el mensaje a los trabajadores que no están convencidos. De ahí que explicaran reiteradamente para qué sirve un piquete informativo: "Son los que tienen que hablar con sus compañeros para que no entren en el trabajo. Y si no lo entienden, seguir informándoles", indicó Manuel Fernández, secretario general del Metal en UGT.

La Junta afirma que quiere "ser parte" de la solución a los conflictos

Tras recorrer el centro de la ciudad, los sindicatos se subieron a un templete frente al Palacio de San Telmo (sede de la presidencia de la Junta de Andalucía). Y mientras se celebraba el Consejo de Gobierno en el interior del edificio, CC OO y UGT dieron a sus afiliados las consignas que deben argumentar a los indecisos en los próximos días: "La huelga sirve para invalidar la reforma laboral; evitar la del sistema de pensiones y lograr un cambio fiscal". Todo porque, según Manuel Fernández, las medidas del Gobierno "son las más lesivas que se han tomado en Democracia". Por eso, agregó, el día 29 "no trabajará ni Dios".

Aunque la llamada de ayer fue a trabajadores de la industria, la revitalización del sector quedó como telón de forma. A través de los gruesos muros de San Telmo se escuchaban los gritos de los sindicalistas, así que el consejero de Economía, Antonio Ávila, enmarcó la manifestación en la campaña de preparación de la huelga y en la crisis generalizada de la industria. "La Junta quiere ser parte de la solución" de los conflictos que surjan.

La de ayer fue la segunda visita a Sevilla de Antonio Orcera. En 1994, este prejubilado de Santana llegó, tras caminar 12 días desde Linares (Jaén), para protestar con sus compañeros por la privatización de la empresa, y ayer, en uno de los 14 autobuses que fletaron CC OO y UGT. "Espero volver de turista". Unos 750 empleados de Santana, dividida actualmente en un parque empresarial y la propia empresa, reclamaron con su presencia garantías de empleo a la Junta, tras años de ERE.

El consejero de Economía se mostró convencido de que la Junta hallará un socio industrial para solventar la situación del sector. A la pregunta insistente de si se seguirá inyectando dinero público en el caso de que no se localice un socio, se agarró a la hipótesis de que sí habrá socio. Ese fue su escenario único. Aseguró que todas las negociaciones siguen en marcha, si bien reconoció que los plazos están abiertos.