Apuesta por la calidad

Reducir la calidad para rebajar los precios y competir con los modelos chinos e indios que llegarán pronto a Europa, o mejorarla para distinguirse de ellos y acercarse a los fabricantes de prestigio. Este es el dilema al que se enfrentan las marcas europeas más populares y Citroën ha elegido la segunda opción. El nuevo C4 lo confirma y sorprende por su presentación interior y su refinamiento de marcha. Añade avances que reducen los consumos y emisiones, pero sobre todo muestra un salto de calidad que refuerza su atractivo comercial. Saldrá a la venta en noviembre y aunque aún no hay precios para España, en Francia se venderá desde 20.000 euros.

El nuevo C4 llega solo en carrocería cinco puertas y es algo más grande que el anterior. Mide 4,33 metros de largo, cinco centímetros más, pero la habitabilidad es similar, con unas buenas plazas delanteras y unas traseras algo justas en espacio para las piernas. Y es que Citroën ha dado prioridad al maletero, que pasa de 320 a 380 litros (408 sin rueda de repuesto) y aparte de tener unas formas cúbicas que permiten aprovechar mejor el espacio, es uno de los más grandes en coches de su tamaño. Los compradores de modelos compactos suelen ser familias con niños que valoran más la capacidad de carga que la amplitud atrás. Además, los respaldos se abaten para llevar bultos grandes y añade trampilla para esquís y buenos huecos para objetos que refuerzan su sentido práctico: guantera generosa, cofre grande en la zona del cambio, bolsas amplias en las puertas...

Junto a la funcionalidad, el C4 destaca también por su presentación. Por fuera es convencional, con un frontal alto y sólido que transmite robustez y una parrilla con los dos chevrones (aspas) de la marca resaltados. Pero la línea lateral tiene unas formas más suaves y redondeadas que aportan elegancia. La zaga, muy limpia, integra bien el portón. Sin embargo, el salto de calidad se aprecia mejor en el interior, que combina un diseño a la última y materiales refinados para crear un ambiente cercano al de modelos más caros y exclusivos (ver recuadro).

Otra prioridad ha sido la reducción del consumo. A pesar del aumento de tamaño y equipamiento, unos 90 kilos más, pesa lo mismo que el anterior, porque aplica materiales ligeros, soldaduras láser y otros avances. La aerodinámica se ha afinado carenando la parte inferior del coche y es de las mejores en coches de su tamaño (CX: 0.29). Y la evolución de los motores también ha ayudado. Así, hay cuatro HDi turbodiésel que gastan lo justo: 1.6 de 90 y 112 CV (4,2 y 4,6 litros de consumo medio, y 110 y 119 gr/km de CO2) y 2.0 de 150 CV (4,9 y 127). Y una versión e-1.6 HDi o microhíbrida de 112 CV, con Start&Stop (cala el motor en los atascos), neumáticos de bajo rozamiento y recuperación de la energía de los frenos (4,2 litros y 109 gr/km).

La gama se completa con tres motores de gasolina: 1.4 de 95 CV, 1.6 de 120 CV (6,2 y 143 g/km) y 1.6 THP de 156 CV (6,3 y 145). Los dos primeros y el HDi de 90 CV llevan cambio manual de cinco marchas, los HDi de 112 y 150 CV un manual de seis y el e-HDi y el 1.6 THP un secuencial de seis, accionable desde el volante. Los equipamientos para España no están definidos, pero todos incluirán al menos seis airbags, ABS, ESP y aire acondicionado.