Gobierno y PNV, a punto de cerrar el acuerdo para los Presupuestos
La negociación incluye el traspaso de las políticas de empleo al País Vasco
El Gobierno y el PNV están muy cerca de cerrar el acuerdo sobre el traspaso de las políticas activas de empleo a Euskadi, que abrirá el paso al pacto sobre los Presupuestos de 2011 , que permitirá al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, completar la legislatura . Diversos portavoces del Gobierno han reconocido que sin Presupuestos, Zapatero se vería obligado al adelanto electoral. Los seis diputados del PNV -unidos a los 169 del PSOE- le permitirán lograr 175 diputados y solo les bastará uno más para tener la mayoría absoluta, que procederá de Coalición Canaria (2) y Unión del Pueblo Navarro (1). Al pacto, al que le quedan aún "unos flecos", según aseguró ayer el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, se llega después de cuatro reuniones y varios contactos previos al más alto nivel, entre Zapatero y el líder nacionalista.
El 'lehendakari' ha estado informado en todo momento de las negociaciones
La última reunión se celebró el miércoles en el Ministerio de Política Territorial y participaron el vicepresidente tercero, Manuel Chaves; el secretario de Estado de Política Territorial, Gaspar Zarrías, y el portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso. Por parte del PNV acudieron su portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka, y el diputado Emilio Olabarria.
El acuerdo está centrado en el traspaso de las políticas activas de empleo a Euskadi, una vieja reivindicación del PNV que no se terminó de consumar con los Ejecutivos del PSOE y el PP y que el Gobierno vasco del lehendakari socialista, Patxi López, lo tomó como bandera, al ser Euskadi la única comunidad que no disponía de esa competencia, en una negociación que ya estaba muy avanzada cuando lo reclamaron los peneuvistas.
La singularidad del traspaso de las políticas activas de empleo a Euskadi, negociado con el PNV, es que incluirá como novedad las bonificaciones a la contratación que, más adelante, se generalizará a las autonomías.
La valoración del traspaso se situará entre la cifra pactada entre el Gobierno central y el de Patxi López, unos 370 millones de euros, y la exigencia inicial del PNV, de unos 480 millones. La diferencia en la valoración radica en que las bonificaciones a la contratación no entraron en el paquete que el Gobierno de López negoció con el de Zapatero. Dicho traspaso será posible porque se ha soslayado la ruptura de la caja única de la Seguridad Social. El Gobierno de López ha estado informado puntualmente de las negociaciones con el PNV a través de Gaspar Zarrías.
El acuerdo tendrá una segunda parte de negociación presupuestaria estricta del Gobierno con el PNV sobre inversiones para el País Vasco, en máquina-herramienta e innovación y desarrollo, que se alargará en octubre. Pero la clave del apoyo presupuestario del PNV al Gobierno radica en el traspaso de las políticas activas de empleo.
La presentación del preacuerdo no tiene aún fecha, pero la propuesta de Zapatero y Urkullu era cerrar el pacto antes de que el Consejo de Ministros del 24 de septiembre apruebe los Presupuestos de 2011. La víspera, el lehendakari López, protagoniza en el Parlamento vasco el debate de política general.
Frente a las informaciones sobre la negociación, el PNV aseguró ayer que el partido no había visto aún ningún "borrador o documento" y que desmentía que hubiera un "principio de acuerdo". La ejecutiva del partido no se reúne hasta el próximo lunes, y es esta la que tendrá que dar el visto bueno final.
La importancia que el Gobierno da a esta negociación se refleja en la cualificación de sus participantes. El 24 de agosto se celebró una primera reunión política con Urkullu y Erkoreka en la que participaron dos ministros clave del Ejecutivo de Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y José Blanco. Posteriormente se abrieron dos mesas de negociación: una política, la de traspasos, que protagonizan el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, y el portavoz del PSOE, José Antonio Alonso; otra centrada en inversiones económicas, que protagoniza la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, y Alonso. Los portavoces del PNV son Erkoreka, Olabarria y Pedro Aspiazu. Zapatero y Urkullu mantienen contactos regulares desde la primavera.
Las razones por las que el PNV ha entrado en esta negociación con el Ejecutivo -pese a haber sido desalojado por el PSE del Gobierno vasco tras ganar las elecciones autonómicas de 2009- son políticas. Por un lado, al PNV no le interesa un adelanto electoral que previsiblemente propiciaría una victoria del PP y podría laminarle como partido, ya en precario al estar en la oposición en Euskadi. Por otro, vende en el País Vasco su protagonismo como defensor del autogobierno en una negociación clave como es la presupuestaria frente al Gobierno de López. Este lo tratará de paliar recordando que es él quien gestiona el traspaso de las políticas activas de empleo.
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