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Doufexis y Vignoles abren el Ciclo de Lied de Santiago

Bajo el lema general Si mis versos tuvieran alas dio el martes comienzo en el Teatro Principal de Santiago el XI Ciclo de Lied, organizado por la Asociación Galega da Lírica. La mezzosoprano greco-alemana Stella Doufexis fue llamada para actuar con apenas un día de antelación debido a la enfermedad de la cantante prevista inicialmente, la soprano chilena Carolina Ullrich.

Si siempre es de agradecer la buena disposición de un artista para hacer un repente, lo es doblemente en el caso de los cantantes, dada la necesidad de descanso previo que precisa un instrumento tan frágil como el suyo. Stella Doufexis, aunque que tenía todo en contra, cumplió con solvencia el compromiso.

Los lieder de Brahms con que empezó el recital fueron de menos a más, a partir de una cierta inseguridad inicial en Im Garten am Seegestade y en los cambios de registro de Wie Melodien zieht es, pero aquí ya hizo oír una expresión de serena dulzura. En los de Mahler, Roger Vignoles marcó con perfecta seguridad desde el piano el cambio de estilo.

Esta seguridad pareció impulsar a la mezzo Stella Doufexis, que dio el adecuado tono de alegre picardía a Frühlingsmorgen, y logró el mejor brillo de su voz a partir de Ich ging mit Lust einen grünen wald. El ritmo ternario inicial marcado desde el piano sirvió a Doufexis para dar el carácter evocador en Erinnerung, impulsado en un largo crescendo que culminó en su hermosa dulzura final.

Música visual

La segunda parte comenzó con las Trois chansons de Bilitis de Debussy, sobre texto de Pierre Louÿs. Sobre el acompañamiento del piano, que tan bien recreó el ambiente nocturno final, el canto tomó carácter de recitativo, que marcó una inflexión hacia la cima expresiva del recital. En ella permaneció Doufexis durante las Cinq mélodies populaires grecques de Ravel para dar lo mejor de su voz y expresividad en Oi gli kia chara mou y con el dinamismo de Yaroumbi, yaroumbi.

La sugerencia de imágenes de Rossini en La regata veneziana es casi pictórica. Aunque al final de Anzoleta avanti la regata le faltó algo de fiatto, Stella Doufexis hizo una interpretación llena de intención de la obra. Y, como siempre, con un Vignoles dominador de cada situación musical, cualquiera que sea la técnica o el estilo a aplicar, conduciendo el concierto.

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