El PP suaviza la polémica de Aguirre contra los liberados

Una vez más, Esperanza Aguirre, con su habitual velocidad, ha metido a la dirección del PP en un debate con el que no contaba precisamente a dos semanas de la huelga general. Mariano Rajoy no apoya la huelga, pero los estrategas del PP creen que el enfrentamiento entre Zapatero y los sindicatos, que representan al electorado natural del PSOE, podía ser muy útil para el PP.

Los populares, sin embargo, decidieron hacer de la necesidad virtud y apoyaron la guerra que Aguirre ha abierto contra los sindicatos al criticar el número de delegados sindicales. Diversos dirigentes del PP, y la propia Aguirre, trataron de suavizar la polémica, que sin embargo ya está lanzada como un cuestionamiento de fondo de la labor de los sindicatos.

El Ejecutivo afirma que los populares son "la derecha más rancia"

Ni siquiera la CEOE, esto es los representantes de los empresarios, siguieron al PP en su estrategia y señalaron que el recorte de los delegados "no es una prioridad" porque su número está fijado en el Estatuto de los Trabajadores y cambiarlo requeriría un lento proceso de negociación. Incluso algunos Gobiernos autonómicos del PP, como el valenciano, señalaron que ellos tienen los liberados que fija la ley, nada más.

El PP, a través de su portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría, insistió en que lo primero es saber cuántos son los "liberados" -en realidad se refieren a delegados sindicales, que son trabajadores que tienen unas horas disponibles para labores sindicales-. Pero también apuntó que, en época de crisis, los sindicatos deberían aceptar una reducción.

En España hay 18,4 millones de trabajadores. Según los datos de UGT, hay 340.000 delegados sindicales, es decir empleados que dedican algunas horas a negociaciones y otras tareas sindicales. Liberados en sentido estricto -personas que no trabajan y solo se dedican a labores sindicales- hay unos 4.000 en toda España sobre 18,4 millones de trabajadores, según los datos de la CEOE que UGT avala.

Desde UGT recordaron que Aguirre es la primera liberada de Madrid, ya que es funcionaria y fue liberada hace casi 30 años para dedicarse a la política, y desde CC OO le acusaron de atacar la libertad sindical.

Los delegados sindicales "son los que tienen que estar", aseguró el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho. Según el Ejecutivo, la Comunidad de Madrid carece de competencias para limitar el número de delegados, reglado por leyes orgánicas.

Nadie del PP hizo referencia a este asunto en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, pero sí lo hizo la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega. La número dos del Ejecutivo utilizó una pregunta de Saénz de Santamaría para rematar: "Ustedes van de huelguistas de tapadillo, pero luego arremeten contra los sindicatos y eso lo único que pone de manifiesto es que son la derecha más rancia".