La cuerda se tensa en Metro

La huelga del metro de este verano ha dejado una herida abierta. Las relaciones entre los trabajadores y la empresa se han enrarecido y todos amenazan con ir a los tribunales. El comité de empresa de Metro aprobó ayer por unanimidad presentar su propia demanda contra la empresa. Pedirán una gran suma por daños y perjuicios y por lo que consideran una limitación del derecho a la huelga -más de 20 millones, según las primeras estimaciones- y respaldan por unanimidad "la ruptura de relaciones". No volverán a reunirse, aseguran, hasta que haya algunos cambios.

El comité de empresa está formado por 33 representantes sindicales. Ocho son del Sindicato de Conductores; 7, de CC OO; 6, de UGT; 5, de Solidaridad Obrera; 4, del Sindicato Libre; 2, de Técnicos y 1, del Sindicato de Estaciones. Ayer consensuaron su respuesta a Metro, que ya anunció una demanda de 6,5 millones por daños y perjuicios contra los sindicatos.

Hubo 16 votos a favor de secundar la huelga general y 14 abstenciones

La dirección de Metro ultima su escrito, que aún no ha presentado, con el despacho de abogados Sagardoy. Su demanda abre una brecha entre la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, que protestó por no ser informado de la medida que, como advertía el Consistorio, enrarece el ambiente en la empresa pública de transportes.

Los sindicatos acordaron ayer reunir a sus abogados para cerrar su texto antes de 15 días. El cálculo millonario que barajan procede de una estimación de 2.000 euros por trabajador (la plantilla es de 7.600 personas) más un millón por cada sindicato convocante de la huelga.

Mientras se deciden o no a llegar a la vía judicial, no habrá más encuentros. Hubo voto unánime para romper con Metro unas relaciones que llevan maltrechas desde la huelga. El mal clima, por ejemplo, impidió junto con la crisis económica que se negociara la ampliación del servicio el sábado para La Noche en Blanco. "No es la primera vez que rompemos relaciones pero sí es la más solemne", según el secretario del comité de empresa, Ignacio Arribas (CC OO). "Y eso significa que cualquier tema, puntual o estratégico, no se debatirá. Ni habrá acuerdo porque ni siquiera habrá contacto". Solo asistirán a las comisiones de seguridad y salud "como obliga la ley", añade.

La vuelta a la normalidad, dicen los sindicatos, queda pendiente de que Metro descarte su demanda y retire los expedientes (más de 900) por el incumplimiento de servicios mínimos. Quieren reunirse con la empresa solo para conocer la evolución de los expedientes. Y han previsto también convocar una asamblea de forma inmediata en el momento en el que algún trabajador sea sancionado. Solidaridad Obrera votó en contra al no ser incluido entre los interlocutores con la empresa. Respecto a la huelga general del 29 de septiembre, hubo 16 votos a favor frente a 14 abstenciones (faltaban tres representantes). Solidaridad Obrera no secunda porque entiende que llega tarde. "Debería haber sido en junio para echar abajo la reforma laboral y el pensionazo", dice su portavoz, Manuel Fernández. El Sindicato de Conductores preguntará a sus afiliados el 21 de septiembre en una asamblea si quieren o no secundar el paro general.