Los incendios se estabilizan tras devastar más de 4.600 hectáreas

Más de 4.600 hectáreas. Esa es la cifra provisional de monte quemado en tres días en Valencia. Los incendios que se iniciaron el lunes por la noche en Ontinyent, Bocairent, Alfafara, Agullent y Simat de Valldigna, además del que se enganchó a la vegetación en Rafelguaraf-Barxeta el martes por la tarde, dejan un panorama de naturaleza muerta. Más de 40 medios aéreos y un millar de efectivos terrestres continuaron ayer luchando contra el fuego, especialmente en los focos localizados en Ontinyent y en la comarca de La Safor, donde unas 200 personas tuvieron que abandonar sus viviendas en Barxeta.

El viento, aunque menos rabioso que el martes, y las altas temperaturas pusieron también ayer las cosas complicadas. Sin embargo, desde el mediodía, desaparecieron las imponentes llamas de las sierras de Torrater y L'Ombria. Los fuegos siguieron activos, pero menos voraces. La acción de los efectivos desplegados logró dominar la situación, especialmente peligrosa en varios momentos del día de ayer en Barxeta, hasta el punto de estabilizar los incendios. Al cierre de esta edición, se contaban hasta 2.000 las hectáreas devastadas en este término municipal. Decenas de brigadas forestales, bomberos y militares intervenían anoche en las zonas afectadas para refrescar la tierra quemada.

El único incendio que se dio ayer oficialmente por controlado fue el que destruyó 160 hectáreas en Simat de La Valldigna. EU denunció ayer que una de las razones que han favorecido el incendio en la montaña de Toro es que está sin reforestar desde el incendio que sufrió en 2006, informa Begoña Boluda. No tuvo duda alguna. Serafín Castellano, consejero de Gobernación de la Generalitat, aseguró ayer que todos los incendios que desde el lunes por la noche afectan a la provincia de Valencia y norte de Alicante "han sido provocados". Tanto él, como el subdelegado del Gobierno, Luis Felipe Martínez, expresaron su confianza en los resultados de las investigaciones policiales sobre la autoría, en manos de la Guardia Civil.

Pocas horas antes de la intervención de Castellano ayer desde Barxeta (una de las localidades más castigadas por el fuego, con 2.000 hectáreas calcinadas), la titular del juzgado número dos de Ontinyent, según informó el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), dejó en libertad provisional sin fianza pero imputado al único detenido por lo ocurrido: un brigada forestal, vecino de Ontinyent, en situación de baja laboral, con antecedentes por otros delitos, que no sólo negó los hechos sino que los agentes policiales pudieron comprobar su coartada. Las investigaciones, según fuentes de Guardia Civil, "van bien".

Castellano destacó ayer en varias ocasiones la importancia de la "coordinación" en el éxito de la lucha contra los incendios. A pesar de haber jaleado el funcionamiento de los distintos dispositivos, la oposición le va a pedir explicaciones en las Corts. EU denunció ayer que un elemento que ayudó a propagar las llamas en el incendio de Simat de Valldigna fue precisamente que la zona no había sido reforestada tras el voraz incendio de 2006.

Reforestación

La respuesta se la dio el president de la Generalitat, Francisco Camps, que sobrevoló ayer el área afectada en La Safor. El próximo pleno del Consell aprobará las primeras medidas destinadas a regenerar las zonas afectadas por el incendio. Camps dijo que el Consell "trabaja en el día siguiente" y se comprometió a tomar decisiones para "el comienzo de la reforestación con el fin de que se reavive cuanto antes un territorio de primer nivel". También los vecinos afectados por los desalojos, 1.200 en la zona de Ontinyent-Bocairent y 200 en Barxeta, empezaron ayer a trabajar en la recuperación de los daños que el fuego ha causado en sus viviendas, sobre todo en jardines y fachadas.

La jornada de ayer terminó con pronóstico razonablemente bueno para combatir en tierra sin sobresaltos el calor de la superficie arrasada durante la noche: viento en relativa calma y temperaturas medias.