Canales mantiene viva a España

Luis Milla, técnico turolense criado en la escuela del Barcelona, fue reclamado de urgencia por la selección sub 21 para esto: para acercar a España a los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Llegaba de la sub 19, con la que se proclamó subcampeón de Europa, y en tres partidos lo ha conseguido: España, como una de las cuatro mejores segundas de la fase clasificatoria, disputará el 9 y el 13 de octubre una eliminatoria contra un rival que se conocerá el viernes. Si pasara esa criba, acudiría al Europeo sub 21 de Dinamarca 2011, cuyos primeros cinco clasificados estarán en la cita británica.

El camino todavía es largo, pero el mérito de Milla es haber recuperado el paso con dos convincentes victorias en los dos últimos partidos, ante Holanda en Alcoy y frente a Polonia en territorio polaco. Ayer, además, lo certificó con una jugada de estrategia trabajada en la sub 19 por dos de sus chicos recién ascendidos: picadita en la falta de Thiago y entrada vigorosa de Canales, que controló con el pecho y remachó con la zurda a gol.

Un tanto que se hizo esperar, ronroneando toda la tarde por la portería polaca, evidenciando en la delantera española la falta de un depredador. Pero mostrando a su vez que esta España de bolsillo sigue la senda marcada por sus hermanos mayores con un control absoluto de la pelota, recuperada casi siempre en campo contrario, y con futbolistas de un pie exquisito como Canales, Mata o el mismo Thiago, en quien Pep Guardiola parece guardar otro tesoro.

Respecto a la victoria de la semana pasada ante Holanda, Milla desalojó a Canales de la alineación inicial para que volviera Parejo, jugador con mando en plaza en la categoría, aunque ausente ante la oranje por sanción. El equipo español perdió profundidad y el seleccionador recuperó al mediapunta del Madrid en el arranque del segundo tiempo. Con buen criterio. En ambos encuentros, Milla ha rectificado a tiempo: ante Holanda, con la entrada de Thiago en el segundo periodo; ayer, con la aparición oportuna de Canales.

La entrada de este dinamizó a España, mucho más punzante en el ataque. La zurda del jugador cántabro desbrozó la populosa defensa polaca, cada vez más hundida en torno a su portero. Pero esta selección sub 21 tiene una carencia muy evidente: la falta de un goleador. No lo es Bojan, aun siendo un delantero notable, ni ninguno de los extremos, Capel o Mata, más preparados para profundizar que para rematar. Consciente de ello, Milla recurrió a Adrián, delantero del Deportivo, para que redoblara el ataque de Bojan. Tampoco surgió el gol. Y se apuraba el tiempo mientras aumentaban los nervios del banquillo. Hasta que, tras una falta favorable al borde del área, Milla frotó la lámpara. Se acordó de una acción preparada en la sub 19 por dos de sus muchachos y ordenó ejecutarla. Salió a pedir de boca. Canales se camufló en la pared de la defensa polaca. Mata fingió un disparo directo y Thiago, finalmente, enseñó las cartas: un globo por encima de la barrera hacia el desmarque de Canales que hizo muy feliz a Milla y situó a España más cerca de una cita olímpica después de haberse perdido vergonzantemente las dos últimas, la de Atenas 2004 y Pekín 2008. El día en que le concedieron el Premio Príncipe de Asturias, la campeona del mundo quiso reivindicar también su derecho al sueño olímpico.