Las municipales como trasfondo

La sombra de las elecciones municipales emergió ayer tras el reposado análisis del último comunicado de ETA, en el que la banda renuncia a "llevar a cabo acciones ofensivas", aunque no concreta la duración ni el alcance de su alto el fuego. Tras las apresuradas valoraciones dominicales de un mensaje que destapó la BBC y decepcionó en términos generales, los principales partidos vascos coincidieron al vincular la tregua con la estrategia política de la izquierda abertzale y su intención de concurrir a los comicios locales del año que viene. Mientras PSE y PP alertaron sobre esta pretensión, el PNV auguró "consecuencias" tras el pronunciamiento etarra e instó a la "prudencia" para que sean "positivas".

PSE y PP alertan sobre la estrategia, mientras el PNV cree que tendrá incidencia

El partido que sustenta el Gobierno y su socio preferente fueron los más contundentes en su pronunciamiento al restar todo valor al anuncio de ETA. El portavoz socialista, José Antonio Pastor, se refirió al denominado polo soberanista y advirtió de que la organización armada "quiere dar un balón de oxígeno al experimento político que intentan poner en marcha EA y Batasuna", aunque insistió en que el comunicado es "frustrante" y argumentó que incumple la propia exigencia de la izquierda abertzale, que reclamaba una tregua "permanente y con verificación internacional".

Una lectura similar, aunque más contundente incluso, fue la que extrajo el PP, movido quizá por el temor a que el mensaje etarra pueda motivar discrepancias entre los partidos democráticos e incluso un cambio en la estrategia antiterrorista. El presidente de la formación en Euskadi, Antonio Basagoiti, fijó el horizonte en las elecciones municipales de 2011 y definió el cese de las acciones ofensivas anunciado por ETA como una "tregua electoral" con la que pretende "colarse" en los comicios, a través de Batasuna, para "rearmarse con votos, escaños, dinero y la legitimidad de los ciudadanos". "Están intentando seducir, engatusar y engañar para volver a las instituciones y seguir defendiendo su proyecto totalitario", alertó.

El decepcionante comunicado de ETA fue interpretado ayer en el mismo sentido por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza. Según esgrimió, la pobre oferta de la banda, más exigua incluso que la reclamada desde el entorno abertzale, pretende "escenificar un cierto distanciamiento" entre ambas partes para facilitar el retorno de Batasuna a las urnas en la cita de 2011. La de mayor relevancia quizá para la formación ilegalizada, dada la representación que otorga y los ingresos económicos que conlleva.

Aunque coincidente en la insuficiencia de un mensaje en el que sigue sin aludirse al abandono definitivo de la violencia, la visión en torno a su trasfondo político no es idéntica en el sector nacionalista al que representa el partido mayoritario en Euskadi. La asociación que el PNV hace de la tregua y las pretensiones políticas de la ilegalizada Batasuna no es tan concreta. Según el presidente jeltzale de la Asociación de Municipios Vascos (Eudel), Jokin Bildarratz, "a nadie se le escapa" que la situación generada tras el alto el fuego "va a tener una serie de incidencias" en las próximas municipales, aunque ayer se confesó incapaz de aventurar si consistirán en la presencia de la izquierda abertzale. Sólo deseó que las consecuencias sean "positivas", para lo que instó "al tiento y la prudencia" a la hora de analizar el comunicado de ETA.

La vinculación más optimista del pronunciamiento etarra a una estrategia política la ofreció el coordinador general de EB, Mikel Arana, quien emplazó al lehendakari, Patxi López, a "aprovechar la oportunidad" que a su juicio se ha abierto y a liderar, en este sentido, un proceso de "diálogo discreto con todas las formaciones, incluida la izquierda abertzale".