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Gómez se presenta como defensor de las bases frente a la imposición de Zapatero

El líder del PSM defiende el papel de los sindicatos en una sede de UGT

Una enorme lona colgada de la fachada llamaba a la participación en la huelga general del 29 de septiembre y dentro del local de la UGT, Tomás Gómez presentaba su candidatura a las primarias de la Comunidad de Madrid.

En un local abarrotado, se presentó como el candidato de los militantes de Madrid, frente a la imposición de la dirección federal, que encabeza Zapatero. Gómez desarrolló un discurso de izquierdas, en el que reivindicó el papel de los sindicatos, casi a la misma hora en la que la cúpula de UGT clamaba en Rodiezmo por la huelga general ante la silla vacía, por primera vez, de Zapatero. Gómez se situó como el candidato de las bases y, frente a ellos, señaló como adversarios en las primarias a quienes han impulsado a Trinidad Jiménez a presentarse, es decir, al aparato de Ferraz y al propio Zapatero que lo dirige.

"Necesitamos sindicatos fuertes para defender a los trabajadores"
"Los militantes no están solo para pegar carteles, sino para decidir"

Apelando a la reacción de los militantes frente a esa supuesta imposición, incluyó en su vibrante discurso una referencia al 7 de agosto pasado, el día en el que fue convocado por Zapatero a La Moncloa para pedirle que renunciara a ser candidato y dejara paso a Jiménez. Y explicó que él se negó para defender a los militantes de Madrid que en muchas citas electorales anteriores han visto cómo se les imponían candidatos. "No fui a decirle no a Zapatero, ni a defender mi candidatura, fui a defender el derecho a decidir de los militantes de Madrid, porque ya era hora que nos tocara decidir quién nos representa en las instituciones. Para que tuvieseis la palabra".

En referencia implícita a Rubalcaba que aseguró que el único activo de Gómez era decirle no a Zapatero, aseguró: "Lo que sí es mi activo es haber defendido la capacidad de decidir de los militantes que no solo están para pegar carteles, sino para decidir el futuro". No le faltó la reivindicación del papel de los sindicatos, a tres semanas de la huelga general: "Necesitamos sindicatos fuertes e importantes para defender los derechos de los trabajadores". Gómez hizo un discurso de izquierdas, con referencias a la condición de trabajadores de los militantes del PSOE; a los niños sin zapatos del barrio marginal de La Cañada Real; a la precariedad laboral que sufren los afiliados; a la cajera de supermercado que gana solo 500 euros; a la necesidad de un impuesto para los bancos "para que a las familias de los parados no les falte lo más esencial" y a la denuncia del poder de las "élites económicas".

Según los organizadores el acto congregó a 2.400 personas, muchas de las cuales no pudieron entrar siquiera. Estuvo entre el baño de multitudes y la demostración de capacidad de movilización y músculo. Le arroparon el miembro de la ejecutiva federal y amigo de Zapatero José Andrés Torres Mora; la portavoz de la Asamblea, Maru Menéndez; el diputado Juan Barranco; los senadores Matilde Fernández y Enrique Curiel; la delegada del Gobierno, Amparo Valcarce; 21 alcaldes de la región; 106 secretarios generales de agrupaciones locales, los históricos socialistas Gregorio Peces-Barba, Antonio García Santesmases, Virgilio Zapatero, Julio Feo, José Luis Corcuera... Y hasta Gonzalo Miró, militante de Majadahonda.

En el acto el otro gran argumento fue el de las encuestas, utilizadas como pretexto para promocionar la candidatura de Jiménez como la que tiene más posibilidades para ganar a Esperanza Aguirre. Para Gómez, los cambios "no deben decidirse por las empresas de sondeos" y dejó caer dos ideas: que Bono era mejor valorado que Zapatero en las encuestas en 2000 y que ayer mismo EL PAÍS publicó un sondeo muy negativo para el presidente del Gobierno. "Zapatero tiene mi apoyo hoy más que nunca", dijo.

Juan Barranco dijo justo antes lo mismo que Gómez, pero mucho más claro y sin sutilezas. Así, recordó cuando se les impuso a Cristina Almeida esgrimiendo las encuestas y perdió 200.000 votos o cuando lanzaron a Miguel Sebastián. Explicó que a Gómez "le han puesto con las manos atadas en el ring, mientras la ministra sale en televisión" y "hay ministros que viven escenas de apareamiento con Esperanza Aguirre". "Lo que debilita a un líder es el pucherazo y la designación a dedo", dijo en referencia a Zapatero.

El acto terminó con la música de Power to the people (El poder de la gente), de John Lehnon.

El secretario general del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez, en la presentación de su candidatura en la sede de UGT.
El secretario general del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez, en la presentación de su candidatura en la sede de UGT.CRISTÓBAL MANUEL

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