Serbia gana por cicatrices
El equipo de Teodosic, más experimentado, supera a la joven Croacia
Tenía todas las de ganar Serbia en ese final tan apretado porque en las situaciones límite es donde mejor se maneja la selección de Ivkovic, un grupo históricamente con muchos costurones, acostumbrado a fajarse en los momentos más crudos. Una victoria por un punto en una eliminatoria de un Mundial es a veces la diferencia entre los chicos mayores y los pequeños. Croacia fue un equipo mucho más revoltoso, revolucionado al toque de corneta de Ukic y Popovic, el gran agitador de todo el partido y el máximo anotador, e incluso superior en el rebote, a ratos de manera abrumadora. Pero le faltó cuerpo y pausa para atacar el aro serbio.
Serbia parecía querer comerse el plato sin prisas. Entre la calma de Teodosic y la labor de zapa de Krstic y Perovic en el centro de la zona remontaron el fulgurante inicio de Croacia, que pretendió meter marcha al encuentro. Pero Serbia no es un equipo que suela ponerse nervioso ni se asuste a las primeras de cambio. En el torneo ha cogido velocidad después de recuperar la batuta de Teodosic y la carga física de Krstic, ambos sancionados al principio por sus malos modos. El pívot y Perovic se comieron a Tomic, todavía muy tierno para las grandes plazas. El muchacho brilló con un tapón a Krstic, pero le falta rodaje y cae en muchas trampas. Es un símbolo de esta Croacia.
SERBIA 73 - CROACIA 72
Serbia: Teodosic (3), Rasic (15), Bjelica (3), Krstic (16) y Velickovic (7) -equipo inicial-; Tepic (2), Paunic (2), Markovic (2), Savanovic (0), Keselj (5), Perovic (10) y Macvan (8).
Croacia: Ukic (11), Bogdanoci (9), Tomas (6), Tomic (6) y Banic (10) -equipo inicial-; Popovic (21), Kus (0) y Loncar (9).
Árbitros: Maranho (Brasil), Jordan (Estados Unidos) y Butler (Australia). Loncar fue eliminado por cinco personales.
7.000 espectadores en el pabellón Sinam Erdem, de Estambul.
Una vez Serbia se hubo olvidado de la empanada del primer cuarto (solo dos rebotes) y cerró su defensa, se puso al frente. Hizo valer el criterio de Teodosic y un juego interior con más efectivos frente a una Croacia tan revoltosa que en ocasiones tenía un punto infantil y que se obcecó desde el perímetro: cinco triples de 24 intentos.
El corazón indomable de Popovic, que manejó al equipo y estuvo muy afilado en el tiro, igualó el encuentro a 72 puntos con balón para Serbia después de una pérdida impropia de Teodosic. Rasic se ganó entonces dos tiros libres a falta de un segundo. Suficiente. Popovic acabó llorando y Serbia dejó el primer cadáver de los octavos.
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