Galería de arte sobre la piel

Castellón Tattoo Convention cierra hoy en La Pérgola su cuarta edición con una masiva respuesta de público. La cita se consolida como uno de los grandes referentes europeos en el mundo del tatuaje

Mariposas aisladas en el cuello de los recién iniciados en el mundo del tatuaje frente a sofisticados dibujos que luchan por un hueco libre de tinta en la piel de los veteranos. El contraste entre quienes han hecho del tatuaje su forma de vida y los que guardan aún las distancias ratifica la diversidad de Castellón Tattoo Convention, que se celebra por cuarto año en La Pérgola de la capital de La Plana por la que habrán pasado, según la organización, 18.000 personas. Una asistencia que ha copado la oferta hotelera en la ciudad y alrededores.

Esta concentración -"abierta a todo tipo de público y que busca desterrar falsos mitos negativos sobre el tattoo", insiste Íñigo Abril, jefe de prensa de la convención- cuenta con 200 tatuadores llegados de lugares tan dispares como Tahití, Brasil, Australia o Reino Unido, país este último del que procede el invitado estrella, Dan Gold, que ha reducido su caché "hasta la tercera parte" para mostrar su trabajo en Castellón.

Verdaderas obras de arte sobre la piel. Cientos, miles, desde los 50 euros a cantidades que nadie, en el recinto, se atreve a pronunciar. Algunas, fruto de más de 50 horas de trabajo, como la creación que Sonya, del estudio londinense Reds Tattoo Parlour, estampada estos días sobre la robusta pierna derecha de su novio, convertida en un tapete sobre el que se extiende una baraja de cartas con dibujos de la vieja escuela.

La diversidad y el ambiente familiar imprimen la seña de identidad a Castellón Tattoo Convention, cuya programación excede a lo vinculado exclusivamente a este arte y se completa con conferencias, conciertos, exhibiciones de danza polinesia, espectáculos de Cabaret Burlesque o desfiles pin up. La humildad de los profesionales que asisten a la convención -todo un escaparate de estilos, técnicas e intercambio de conocimientos- es la otra tónica dominante: "Estamos aprendiendo todavía", apuntan Teo Pedrada y Carlos Amorim, socios de un estudio en Lisboa y con 16 años de trayectoria en el arte del tatuaje.

El ruido de las agujas dibujando la piel, que ha sido el sonido ambiente durante tres jornadas, cesará esta tarde. Pero sólo hasta el año que viene. "Mañana empezamos ya con la quinta edición", concluyen los organizadores.