Cascos insiste en presentarse y reabre la disputa por el PP de Asturias
El ex ministro pide cita para convencer a Rajoy pese al rechazo de 22 juntas
Los dirigentes de 22 de las 78 juntas locales del PP asturiano, las más importantes, han desencadenado una nueva ofensiva contra Francisco Álvarez-Cascos, ex secretario general del partido, para intentar cerrarle definitivamente el paso en su pretensión de encabezar la candidatura del partido a la presidencia de Asturias en 2011. Pero Cascos no se arredra e insiste. En vísperas de una inminente reunión que el ex ministro y ex secretario general del PP le ha pedido al presidente del partido, Mariano Rajoy, para abordar la posibilidad de su retorno a la política activa en su región de origen, los pesos pesados del PP asturiano, encabezados por el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, y con el respaldo de la dirección regional, han reforzado su ofensiva para descalificarle. Y, además, para meter presión a la cúpula nacional del PP al plantearles como alternativa una terna de candidatos posibles a la presidencia del Principado, todos ellos alejados de las posiciones casquistas. Rajoy se ve así sumido entre dos fuerzas antagónicas. Cualquier opción que tome puede abrir una crisis en el PP de Asturias de incalculables consecuencias.
Presión a la cúpula del PP de partidarios y detractores de Álvarez-Cascos
Este rechazo a Cascos ya lo habían escenificado en julio las direcciones locales del partido de Oviedo, Gijón, Avilés y Mieres y, un día después, lo oficializó el comité electoral regional por ocho votos contra uno. Ahora 22 de las 78 juntas locales del PP asturiano, entre ellas las más importantes, han reiterado su rechazo al ex ministro. Y han dado un paso más al elevar a la dirección nacional la propuesta de tres posibles cabezas de listas: la presidenta del PP de Gijón y senadora, Pilar Fernández Pardo; el presidente local de Avilés y portavoz adjunto del PP en el Parlamento autónomo, Joaquín Aréstegui, y la concejal y segunda teniente de alcalde de Oviedo, Isabel Pérez-Espinosa. Cascos está personalmente enfrentado a los dos primeros mientras que la tercera es una persona afín al alcalde ovetense, Gabino de Lorenzo, principal muñidor del rechazo al ex ministro de Aznar.
En un duro comunicado emitido tras un almuerzo celebrado el jueves en el restaurante Tizón de Oviedo, los dirigentes de las 22 juntas locales opuestos a la vuelta de Cascos reiteraron las acusaciones que ya le hicieron al ex ministro las direcciones de Oviedo, Gijón, Avilés y Mieres en julio. Le acusan de no ser una figura integradora, sino generadora de división, y se alerta a la dirección nacional de las dificultades de éxito que tendría un candidato electoral que despierta "el rechazo de la inmensa mayoría del PP de Asturias". Se afea a Cascos que se haya mantenido siete años alejado "voluntariamente" de la política en tiempos "muy difíciles para el PP" y que pretenda "volver ahora que, casualmente, las encuestas" son "favorables" al partido. Y en una referencia no menos crítica, aunque implícita, se argumenta que Fernández Pardo, Aréstegui y Pérez-Espinosa son "personas jóvenes" y "dirigentes alineados con las direcciones regional y nacional del PP" y que en el congreso de Valencia apoyaron "sin fisuras" a Mariano Rajoy como presidente del partido.
A Cascos se le reprocha, además, que haya "despreciado" la posibilidad de canalizar sus aspiraciones por los conductos y procedimientos orgánicos.
El diputado nacional Isidro Fernández Rozada, principal ejecutor de la estrategia de retorno de Cascos a la primera línea de la política para intentar recuperar el control del PP asturiano, se negó a comentar la decisión de los 22 dirigentes locales ajena a los órganos oficiales del partido. Se trata, dijo con ironía, "de una decisión tomada en un chigre [taberna asturiana} a los postres de un comité digestivo". Y el diputado autonómico Pelayo Roces, otro de los principales defensores de Cascos, abundó en que la decisión de las 22 juntas locales se adoptó en "una comida, no en una reunión del PP" y "sin que se reuniera órgano alguno del partido". A juicio de Roces, el comunicado emitido es "una falta de respeto a las bases" y un "pulso" a Mariano Rajoy.
Fuentes del partido señalaron que la dirección del PP asturiano, partícipe del rechazo a Cascos, no hará propuestas formales de candidatos al Principado hasta que la dirección nacional no determine los plazos oficiales para ello, algo que todavía no se ha hecho, pero que esto no impide a dirigentes relevantes de la formación a elevar sugerencias y propuestas a los órganos nacionales.
El alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, ya había dicho en julio, ante la movilización de los casquistas, que los responsables del PP asturiano harían una propuesta en septiembre para zanjar el asunto. Aréstegui, uno de los aspirantes propuestos, denunció ayer la existencia de mensajes "amenazantes" a la dirección regional del partido por el entorno de Cascos.
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