EE UU destruye empleo por tercer mes pero a menor ritmo del esperado
Obama presentará la próxima semana nuevas medidas para frenar el paro
La generación de empleo en el sector privado continúa en EE UU. Un signo alentador, que refleja que la economía avanza. Pero no se contrata al ritmo suficiente para compensar lo que se pierde en el sector público ni para atender a la demanda de trabajo. Eso explica que en agosto se perdieran 54.000 empleos y que el paro subiera una décima, al 9,6%. La Casa Blanca presentará la semana próxima nuevas ideas para resucitar el empleo.
Había miedo de que el dato fuera muy malo, a la vista de cómo fueron los indicadores de julio. Y eso provocó que su lectura creara cierta esperanza, porque confirmaba que no hay recaída en la recesión. Una ironía si se tiene en cuenta que es el tercer mes consecutivo en el que se destruye empleo, que el sector privado no contrata tanto como meses atrás o que el desempleo sube.
El sector privado genera nuevos puestos, pero el público los pierde
A pesar de ser calificado de mediocre, la atención se dirigió a los detalles que muestran cierta estabilización. La pérdida de empleo en agosto estuvo a nivel de la de julio, mes en el que se destruyó la mitad de empleo del anticipado. Lo mismo pasó con agosto. Para los dos meses se perdieron 123.000 empleos menos de los anunciados. El otro signo positivo es que subieron los salarios.
El grueso de la pérdida de empleo se debió, además, al sector público, y en concreto a la expiración de 114.000 contratos temporales vinculados a la elaboración del censo. Eso anuló de nuevo lo que se lleva avanzando desde hace ocho meses en el sector privado, donde se firmaron 67.000 contratos. El total de empleos privados creados desde diciembre se eleva así a 763.000.
Es en este detalle donde se centró Barack Obama para hacer su valoración y decir que la evolución del empleo privado "refleja" los pasos que está dando su Gobierno para superar la crisis. En ningún momento el presidente hizo referencia al dato general ni a la cifra de paro, aunque admitió que "no es lo suficientemente bueno" y que "no hay un arreglo rápido a la recesión".
De hecho, el dato de empleo privado sobre el que rotó la comparecencia de Obama se desaceleró comparado con los 107.000 contratos netos de julio. Y si se tiene en cuenta el tamaño del mercado laboral, es insignificante. "Se necesita que las empresas empiecen a contratar con más agresividad para que la recuperación gane ritmo", señalan en Moody's.
Hay señales de vida, pero las vulnerabilidades persisten, dicen en IHS Global Insight. El sector manufacturero eliminó 27.000 puestos de trabajo, tras crear 34.000 en el mes precedente. Y la tasa de paro retoma la senda alcista. Se coloca así al nivel de mayo, y se espera que suba más porque hay más gente que vuelve al mercado laboral. El total de parados se eleva a 14,9 millones.
El presidente de la Reserva Federal (banco central), Ben Bernanke, ya dijo que la reparación del daño será "lenta" y "penosa". Le preocupa en especial el paro de larga duración, que afecta a 6,2 millones de personas. A ellos se suman 8,9 millones de empleados forzados a trabajar a tiempo parcial y 2,4 millones de individuos que desisten de buscar empleo.
La Administración demócrata busca ahora nuevas ideas para estimular la economía, adicionales al minipaquete de incentivos diseñado para ayudar a la pequeña y mediana empresa, iniciativa bloqueada en el Congreso tras meses de negociación. El demócrata urgió ayer a su adopción.
Obama reitera que no hay una solución única, "pero hay pasos que pueden marcar la diferencia". La semana próxima explicará lo que tiene en mente para impulsar el empleo, invirtiendo en sectores con más potencial. "Vamos en la buena dirección, ahora solo hay que acelerar las cosas", concluyó. El lunes, coincidiendo con la festividad del trabajo en Estados Unidos (Labor Day), hablará sobre economía en Milwaukee (Estado de Wisconsin).
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