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Jiménez y Gómez compiten ahora por una foto con UGT

Los candidatos se citan con el líder madrileño del sindicato

Jesús Sérvulo González

El pulso entre Trinidad Jiménez y Tomás Gómez por la candidatura socialista para la presidencia de la Comunidad de Madrid se va tensando. Ayer compitieron por una foto junto al secretario general de UGT-Madrid, José Ricardo Martínez. Muchos de los militantes socialistas que votarán el próximo 3 de octubre en las primarias para elegir al candidato del PSM a la presidencia de Madrid también están afiliados al sindicato.

La ministra de Sanidad había acordado hacía varios días con el secretario general de UGT Madrid, José Ricardo Martínez, celebrar una comida para explicarle los motivos que le han llevado a presentarse como candidata y enfrentarse en unas elecciones primarias a Gómez. "Ha sido un encuentro cordial en el que le he explicado mi situación. Nos conocemos desde que era candidata al Ayuntamiento", precisa Jiménez, que se citó con el líder sindical en un céntrico restaurante de Madrid, cercano a la sede regional de UGT. "Hemos hablado de la situación de la Comunidad, de la necesidad de poner en marcha políticas de empleo, de formación, de negociación con los empresarios... e inevitablemente de las primarias del Partido Socialista de Madrid", añade Martínez.

Malestar en la candidatura de la ministra por la nueva coincidencia
Jiménez comió ayer con Martínez, y Gómez lo hizo la semana pasada

Unas horas antes, el secretario general de UGT recibía en su despacho a Tomás Gómez. "El pasado martes acordamos volver a vernos en breve", revela José Ricardo Martínez quien prefiere mantenerse al margen de la lucha fratricida que mantienen ambos aspirantes. Pero fuentes del entorno de Gómez reconocen que "la cita se improvisó sobre la marcha al ver que había un hueco en las agendas". Desde la dirección del PSM se emitió un frío comunicado para explicar que durante la reunión "se abordaron los problemas de empleo de Madrid y ambos líderes han lamentado la falta de actuación por parte del Gobierno de Esperanza Aguirre (PP)".

El líder sindical madrileño explica su complicada situación: "Con ambos tengo una magnífica relación personal desde hace años. Espero que las primarias sirvan para revitalizar la ilusión de los militantes. Somos neutrales. Desde el sindicato nos mantenemos al margen de un proceso en el que los militantes deberían elegir a aquel que tenga más opciones de ganar". Aunque no revela abiertamente su apuesta, parece un guiño al equipo de Jiménez cuya estrategia se basa en que ella tiene más posibilidades de superar a Aguirre en las próximas elecciones.

Al que le cuesta mucho mantenerse al margen de esta disputa es al propio Zapatero. Ayer, desde Tokio, expresó su respeto por el proceso de primarias madrileño, pero no ocultó su proximidad a la ministra. Lejos de descalificar que esta le utilice en su campaña el presidente atribuyó esas declaraciones de la ministra al afecto "que es recíproco desde hace mucho tiempo". Y la volvió a calificar de "gran candidata, gran responsable política y gran persona". Ni una palabra sobre Tomás Gómez.

Poco a poco el enfrentamiento entre ambos aspirantes se va enconando. La ministra de Sanidad también se reunió ayer con 23 de los 42 diputados socialistas de la Asamblea de Madrid. Suma el apoyo de la mayoría de los parlamentarios y consigue dar un vuelco en la cámara madrileña, donde hace dos semanas Gómez tenía más influencia.

Por otra parte, el entorno de Jiménez explicó ayer que han constituido más de un centenar de plataformas para recabar el aval de los 17.843 militantes. "Estos grupos abarcan cerca del 97% del censo", según explicó David Lucas, su portavoz. Desde el equipo de Gómez se pone en duda estos datos: "Nosotros llevamos más tiempo trabajando y tenemos 24 grupos territoriales y dos sectoriales. Las cifras de Lucas no encajan".

Ambos aspirantes están pendientes de la resolución que adopte la comisión de ética que decidirá sobre la agrupación socialista de Móstoles, la segunda más numerosa de la Comunidad de Madrid, que lleva dos años suspendida por una supuesta afiliación inflada.

José Ricardo Martínez (UGT) y Jiménez, tras almorzar juntos.
José Ricardo Martínez (UGT) y Jiménez, tras almorzar juntos.C. MANUEL
Tomás Gómez (derecha) y Martínez, por la mañana.
Tomás Gómez (derecha) y Martínez, por la mañana.EFE

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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