Un verano con 16 muertos menos en las carreteras

Entre el 1 de julio y la medianoche del 31 de agosto perdieron la vida en accidentes de tráfico 364 personas, 16 menos que en las mismas fechas del año pasado, según informó ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante la presentación del balance de la Operación Verano. Además, 1.671 personas resultaron heridas graves, frente a las 1.941 de 2009.

El resultado supone un descenso de fallecidos del 4,2%, una caída menor que la del año pasado, del 15% "porque cada vez el margen de reducción es más pequeño", se defendió Rubalcaba. No obstante, la cifra debe ser observada, según el ministro, en términos absolutos, tanto "para ver la tragedia" en sí misma -"364 muertos nos deben seguir preocupando"- como "la tragedia que hemos evitado: 481 muertos menos en una década", en comparación con las 845 víctimas del verano de 2001.

Con el balance de los primeros ocho meses del año en la mano, que refleja una caída de 195 fallecidos, Rubalcaba auguró "un 2010 mejor que el 2009". El titular de Interior se detuvo en la cifra de siniestralidad del mes de agosto, cuando se registraron 188 víctimas mortales. Es, según dijo, "la primera vez en la historia de España" desde que existen estadísticas que agosto termina con menos de 200 muertos. El ministro señaló también que no se registraba una cifra tan baja de fallecidos en carretera desde 1962, aunque admitió que no son datos comparables porque el parque de vehículos, el censo de conductores y las carreteras eran muy distintos de los actuales.

Pero si ha descendido el número de muertos, también lo ha hecho el de desplazamientos largos. Entre los meses de julio y agosto, 83 millones de vehículos realizaron viajes de más de 100 kilómetros por las carreteras españolas, un 3,3% menos que en 2009 y 3,2 millones menos de los previstos por la Dirección General de Tráfico (DGT). Según Rubalcaba, esta bajada, que no se atrevió a atribuir a la crisis, no ha sido la causa de la caída de las víctimas mortales, ya que en 2008 hubo el mismo número de desplazamientos pero 83 muertos más.

El balance de la Operación Verano arroja, sin embargo, un resultado que preocupa a Rubalcaba: el aumento del número de menores fallecidos, de 12 en 2009 a 23 este verano, de los que el 43% no llevaba sistema de retención.

Rubalcaba insistió en los buenos resultados de la política de seguridad vial. "El peor día de la historia de las carreteras españolas fue el 8 de agosto de 1993, con 39 muertos. Yo no me acuerdo, no hubo polémica, y era portavoz del Gobierno", aseguró el ministro, que sí recordaba bien el peor de 2010, el 28 de agosto con 14 fallecidos.