La paradoja de la fiesta

Las Corridas Generales se preparan para bajar el telón hasta una próxima función. Los rumores hablan de una novillada en Vista Alegre para septiembre, pero tampoco existen muchas garantías de que cuaje. Así, el ruedo puede estar inactivo hasta dentro de nueve meses.

El cierre de la feria ofrece un festejo de alto interés para el aficionado, lo cual se traducirá en un pobre paso por la taquilla del público no muy entendido. Es la paradoja de la fiesta: lo que más interesa a los expertos es lo que menos difusión tiene.

No es un caso único en el mundo del espectáculo, pues el famoseo es lo que más tira de la taquilla, tanto en el teatro como en algunos eventos musicales. Los que se acercan a la plaza sin un profundo conocimiento creen que el espectáculo será mejor cuanto más famosos sean los nombres del cartel, sin pararse a pensar en qué basan esa fama, si en su trabajo en el ruedo o en su presencia en la prensa rosa.

Hoy sí habrá en Vista Alegre emoción, la esencia del toreo

Pocos aficionados se han sorprendido del petardo de las tardes del jueves y viernes, espléndidas demostraciones de la farsa de los toros, con vergonzante actitud del ganado y sonrojante labor torera, pues de nada sirve simular que lo intenta alguien que ha impuesto ese hierro para actuar en Bilbao. Y que no vendan gestas, méritos ni intenciones ante los desrazados toros de Zalduendo. El tan admirado esfuerzo, que lo hubieran hecho con el ganado del primer domingo, un corridón de Alcurrucén, allí se podían haber hartado de torear.

Lo de esta tarde es cosa de aficionados. Se espera con ganas a los habitualmente exigentes astados de José Escolar, que debuta en Vista Alegre, un hierro basado en la procedencia de Victorino Martín con sus mismas características de casta y fiereza.

Lo normal será que hoy sí haya tercio de varas, ejecutado con mejor o peor acierto, pero la lógica invita a pensar que los toreros les exigirán en el caballo. Y sobre todo, habrá emoción, la esencia del toreo.

Habrá quien tenga que leer varias veces los nombres de los espadas anunciados. Sin embargo, son los que han hecho méritos durante el año para estar en Bilbao. No les vale su nombre para firmar el contrato, sino que se han ganado su sitio con la oreja cortada en Madrid, con las gestas cosechadas en algunas plazas francesas y con grandes atragantones en corridas aptas para los héroes.

Ese es sin duda Rafaelillo, quien cuajó a un toro de Dolores Aguirre en Las Ventas y triunfó en Valencia en julio, un torero de 31 años con 14 de alternativa a sus espaldas. Más joven es Morenito de Aranda, que se está haciendo un hueco en las corridas duras en su sexta temporada como matador. Otro caso es el del veterano Fundi, que se encuentra en un momento gris después de varias campañas a buen nivel.