Vuelta de vacaciones con menos grúas

Como la lluvia. No hay obra que caiga a gusto de todos. Para los obreros "de toda la vida", como Germán Gregorio, ahora hay pocas en Madrid: "Casi ninguna. Esto es una ruina. Y dónde vamos a ir a parar". En el otro lado, los turistas de instantánea, los viandantes poco amigos del socavón, los comerciantes o los conductores como Víctor Carazo, que hace una semana se topó con una hilera de vallas de obra en la autopista A-2, y al que le parece una faena que "si hay pocas en la capital", el atasco se lo haya tenido que comer él.

Los que regresen ahora de sus vacaciones pueden respirar tranquilos. Apenas se puede decir que existan construcciones engorrosas en comparación con el año pasado, cuando el Plan E y los proyectos regionales y municipales atestaron cada esquina de vallas rojiblancas y carteles de "zona cortada". "Hay menos. No causan apenas entorpecimiento del tráfico y no crean demasiadas molestias ni a vecinos ni a comerciantes", según dicen las tres Administraciones que conviven en la Comunidad de Madrid (estatal, regional y municipal).

Los últimos retoques a la calle Serrano se darán la semana que viene

Los sindicatos piden inversión pública para reactivar el empleo

Por no haber, no habrá faena ni en la calle de Serrano (gestionada por el Ayuntamiento), que tras dos años de vaivenes de máquinas, un saco de quejas de vecinos y otro de pérdidas registradas en los comercios, dará sus últimos retoques la próxima semana. Hasta el 2 de septiembre el tráfico quedará reducido a dos carriles y se producirán cortes nocturnos. Además, "faltan los aparcamientos subterráneos", puntualiza una portavoz municipal. Buenas noticias para los que odian los septiembres amenizados a ritmo de martillo mecánico. Nefastas para los sindicatos, que imploran más obra pública para crear puestos de trabajo.

Desde el Ministerio de Fomento, en lo que a ejecuciones en la capital se refiere, no hay mucho: "Las obras de ampliación de la estación de Atocha, que desde julio afectan mínimamente al tráfico rodado; el túnel que unirá esa misma estación y la de Chamartín para AVE y Cercanías. Que no afecta a los coches. Y la conexión Chamartín-Barajas", recuenta un portavoz ministerial. Además, Fomento asegura que han agilizado la ampliación de un tercer carril hasta el kilómetro 32 de la A-2, en ambos sentidos. Pretenden acabar antes de septiembre para no complicar la operación de vuelta de vacaciones. "Aparte de eso, solo hay intervenciones menores", considera el portavoz, "como la remodelación del nudo M-40 con la Nacional 511 de Boadilla". Puntos que no están creando dificultades reseñables para el tráfico, según la DGT.

Fomento, en contra de las acusaciones sindicales, que culpan a las Administraciones de invertir poco en construcción, afirma que el desembolso no ha sido menor que otros años. "Lo que pasa es que las obras están concentradas", se justifican.

Desde la Comunidad tampoco admiten que exista una disminución de la intervención pública y citan actuaciones como la ampliación de la carretera de Villaverde a San Martín de la Vega, la construcción de enlaces a distinto nivel en la M-407 entre Fuenlabrada y Leganés, o la duplicación de la M-609 de Colmenar Viejo a Soto del Real. Además, hay otras tantas de menor envergadura. Y las de Metro, tanto en los túneles de las líneas L2, L9 y L11 -que estarán totalmente abiertas a partir del lunes, según la compañía- como en superficie, en estaciones como Ópera, Nuevos Ministerios o Cuatro Caminos, entre otras. Gran parte de estos trabajos acabarán a mediados de septiembre.

Por último, está el Ayuntamiento. La Administración municipal es la única en reconocer que la actividad ha bajado. Por dos razones, según un portavoz: "Suspensiones atribuibles a la crisis y a que el año pasado teníamos Madrid lleno de obras, y no se puede someter al ciudadano a tanta incomodidad". Aun así, el Consistorio tiene muchas excavadoras en marcha, aunque la mayoría en Madrid Río, el proyecto estrella del alcalde, Alberto Ruíz-Gallardón, de cara a las elecciones municipales de 2011. El gobierno municipal está dispuesto a acabar su obra faraónica antes de la cita electoral. Prueba de ello son las 25 intervenciones que afectan a la finalización de este plan, de un total de 38 en las que trabaja el Consistorio. La remodelación del parque empresarial de Carabanchel, la plataforma para autobuses en la avenida de Córdoba (Usera), la reconstrucción del mercado de Barceló (Centro), o los aparcamientos de las calles Virgen del Romero (Salamanca) y Juan Explandiú (Retiro) son obras que estarán listas, previsiblemente, entre el próximo mes y febrero del año que viene. "Ninguna afecta demasiado al tráfico, excepto la de la plataforma de autobuses y los aparcamientos", añade la citada portavoz.

La guinda de las conclusiones de obras será la de la calle de Serrano. Para gran alivio de los comerciantes de la zona, que han llegado a experimentar descensos de ventas de hasta un 70%, como aseguran las trabajadoras de la perfumería Álvarez Gómez del número 14 de esta calle. "Mientras que no acaben los aparcamientos no podremos decir que esta pesadilla se ha esfumado. No queremos ver más máquinas", se quejan.

"Pues hacen falta más obras en Madrid", contraponen los sindicatos mayoritarios. "Es inconcebible que en la situación que vivimos exista el parón que hay en la construcción", denuncia Francisco Naranjo, portavoz de CC OO regional. "Madrid necesita un esfuerzo inversor mucho más grande para reactivar la obra pública", le apoya el secretario general de metal y construcción de UGT Madrid, Mariano Hoya. Y lanza una pesimista incógnita en forma de cifra: "Si el sector privado no trabaja y el público no asume la inversión en obras, ¿de qué van a trabajar los 100.000 trabajadores de la construcción que hay hoy parados en Madrid?".