Un perro peligroso encerrado
Una herida grave en Terrassa por el ataque de un rottweiler - El animal vivía en un patio sin poder salir a pasear
Un perro de raza peligrosa atacó el miércoles en el barrio de Les Arenes de Terrassa (Vallès Occidental) a Rafaela P. C., de 50 años y que había ido a visitar a un amigo. "Le dije que tuviera cuidado con el perro, que tiene malas pulgas con la gente que no conoce, pero ella lo quiso saludar y abrió la puerta de la terraza. Cuando me quise dar cuenta, lo tenía encima", explica Ángel Rodríguez, que comparte su piso de la calle del Aneto con la dueña del animal.
El perro, cruce de rottweiler y pastor alemán, mordió a la mujer en la mano y en la cabeza y la dejó en coma. "Le arrancó un trozo del cráneo y le destrozó el párpado", recuerda. Ángel recurrió a la comida para salvar a la mujer. "Estábamos merendando pizza y como sé que a Tor le gusta, lancé un trozo al patio". Una ambulancia se llevó a Rafaela al hospital de Vall d'Hebron, donde sigue ingresada, ya fuera de peligro. Tor siguió encerrado en el patio hasta el jueves, cuando los Mossos le llevaron por orden del juez a la perrera municipal. Los vecinos del edificio habían denunciado a Ángel por el aparente mal estado del animal, que ladraba mucho y vivía rodeado de excrementos.Los vecinos habían alertado hace un año de las malas condiciones en las que vivía Tor. Francesc Olivé, que vive en el piso de arriba, denunció a Ángel por los continuos ladridos del perro y por la falta de limpieza de sus excrementos. "El hedor era insoportable y nos tenía hartos. Un día se escapó del patio y nos lo encontramos en el rellano. Llamamos a la policía, muertos de miedo", explica.
Ángel reconoce que no paseaba al perro y que recogía los excrementos cuando podía debido a sus problemas de movilidad. Sufre una minusvalía del 70%. Una embolia le dejó el brazo izquierdo inservible y camina con dificultad. Según explica, la dueña tampoco lo sacaba porque solo acudía al piso para dormir.
Un portavoz del Ayuntamiento de Terrassa admitió ayer que técnicos municipales acudieron a la vivienda tras la denuncia, pero "no vieron nada que les hiciera pensar que el animal estuviera sufriendo algún tipo de maltrato o no estuviera bien cuidado". "Quizá los dueños lo arreglaron todo alertados de la visita, pero nada permitía deducir que pudiera producirse una situación de peligro", añadió este portavoz municipal.
Ángel lleva dos días sin dormir. La pesadilla continuó cuando, tras el ataque, se quedó solo con el perro. "A las cuatro de la madrugada me encontré el dedo de la Rafi en el comedor", recuerda. Llamó a la policía y le mandaron que lo guardara en el congelador. Aún sigue allí.
Ángel realquila una habitación a la dueña del perro desde hace dos años. Según explica, ella pasa el día en Mataró y solo vuelve para dormir. Aunque el animal tenía todos los documentos en regla, los Mossos la han denunciado por lesiones imprudentes.
Tor fue capturado al mediodía del día siguiente al ataque, cuando los Mossos d'Esquadra, la Policía Municipal y un veterinario acudieron al piso para llevárselo. Tres horas y seis dardos con medetomidina y bupremorfina después, Tor, de unos 90 kilos, estaba suficientemente calmado para que los agentes pudieran conducirle hasta la furgoneta que le llevó al Centro de Atención de Animales Domésticos de Terrassa, donde permanece encerrado a la espera de que el juez decida sobre su futuro. "No había forma de dormirlo", recuerda Francesc Olivé, desde cuyo balcón fueron disparados los dardos.
Tras el grave accidente, Ángel trata de consolarse jugando con el que es su perro, un pequeño yorkshire. "Con este si puedo", sentencia.
"Hay que tener espacio, tiempo y conocimientos"
El cuidado de un perro requiere "espacio, tiempo y conocimientos" y no tenerlos, especialmente si son de razas peligrosas, "a la larga va a derivar en problemas", afirmó ayer el portavoz de la Asociación Nacional para la Defensa de los Animales, Alberto Díez, en declaraciones a Europa Press. Díez añadió que las condiciones especiales de algunas razas, como los rottweiler, hace que algunas familias "no sean las adecuadas para su crianza".
Desde la Asociación Nacional de Amigos de los Animales recordaron que los dueños de estas mascotas "deben tener información antes de adquirirlos, conocer sus necesidades y las opciones de adiestramiento, que ahora son muchas". "El comportamiento del animal lo marca el dueño, no el perro", añadieron desde la asociación. El rottweiler se encuentra entre las razas potencialmente peligrosas recogidas en el Real Decreto 287/2002 del 22 de marzo de 2002.
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