A propósito de la reforma laboral
Proponer alargar hasta los 20 años de cotización para el cálculo de la pensión, con la excusa de que así habrá menos gente excluida de su cobro, no garantiza nada.
Sí garantizaría su cobro si se hiciera como en otros países: sobre los años cotizados, independientemente si en los 15 o 20 últimos años se ha cotizado o no. Esta medida va encaminada hacia un importante ahorro para las arcas del Estado, nada más.
En cuanto a la intención de rebajar de 100 a 30 días el "periodo de gracia" para poder rechazar cursos de formación u ofertas de empleo, hay que recordar que en el antiguo Inem, a los parados que cobraban el subsidio se les hacía limpiar las playas u otro tipo de trabajos sociales, que ahora son partidas presupuestarias que cuestan dinero al Estado, dinero dirigido hacia intereses privados. Recuerdo que se nos hacía ir a fichar en persona, se reclamaba nuestra presencia en cualquier momento y se nos obligaba a realizar cursos de formación. Ahora, un parado puede rechazar cursos y fichar por Internet o por teléfono, y eso crea una ambigüedad que fomenta la trampa. Poniendo un ejemplo: un parado extranjero puede trabajar cotizando en su país y estar cobrando el subsidio en España. Nadie se dará cuenta.
Las reformas laborales son buenas si van dirigidas hacia políticas de fomento del trabajo y beneficio del trabajador y empresario, pero si se dirigen hacia el ahorro de las arcas, mejor que se comiencen a revisar todos los defectos que existen en las formas de despachar con ligereza el dinero de las mismas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.