El PP relaciona el despido en Cajasur con un ajuste de cuentas

"Hay muchas personas que lo que están intentando es un ajuste de cuentas y no otra cosa". José Antonio Nieto, presidente del PP en Córdoba y candidato a la alcaldía de la capital de esta provincia, reaccionó ayer así cuando fue preguntado por el despido disciplinario de Santiago Cabezas, alto directivo de Cajasur y ex parlamentario andaluz de los populares. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha decidido esta semana echar a Cabezas, mano derecha del ex presidente de la entidad, el sacerdote Santiago Gómez Sierra.

El Banco de España intervino la caja cordobesa en la madrugada del 22 de mayo y luego abrió un proceso de venta. Los administradores nombrados por el supervisor han despedido a Cabezas sin indemnización por poner en peligro la transparencia de la subasta de la caja, que ha acabado en manos de la vasca BBK. Cabezas infringió las normas y se reunió en mitad del proceso con el Banco Sabadell, uno de los interesados en comprar Cajasur.

José Antonio Nieto sostuvo ayer que el FROB "tiene que tomar sus decisiones de la forma que entienda más ajustada a derecho". Sin embargo, a continuación, relacionó el caso de Santiago Cabezas con el supuesto "ajuste de cuentas" que están intentando llevar a cabo "muchas personas", sin especificar a quién se refiere.

"Qué diga a qué personas se está refiriendo cuando hace esa acusación. Porque lo que está haciendo son imputaciones genéricas", respondió el secretario provincial del PSOE cordobés, Juan Pablo Durán. El dirigente socialista también reclamó a Nieto que explique su relación con Cabezas, "que es muy estrecha por su vinculación de militante y ex alto cargo del PP y por su papel en la estrategia para la fallida fusión con Unicaja".

"Está bien que el fiasco que supuso la posición irracional de Cajasur en la fusión con Unicaja tenga consecuencias porque nadie entendió su no a la fusión", añadió la consejera de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Mar Moreno. La consejera se refería al proceso frustrado de unión entre las cajas cordobesa y malagueña, que se fue al garate tras solicitar la Iglesia católica, que controlaba Cajasur, que su entidad fuera intervenida en la madrugada del 22 de mayo antes de cerrar la fusión.

El sindicato Aspromonte, que siempre ha estado vinculado a la dirección de Cajasur, también defendió ayer a Cabezas. En declaraciones a Europa Press, el presidente de este sindicato, José Ignacio Torres, dijo que es un "peligro" que el FROB, "que es una administración temporal de esta entidad, esté llevando a cabo despidos disciplinarios". Aspromonte fue uno de los apoyos que encontró la Iglesia en su decisión de pedir la intervención del Banco de España en el último consejo de administración.