¿Quién quema el monte?

Es siempre más fácil echarle la culpa al desgraciado pirómano o al calor del estío que profundizar y analizar todos los factores implicados en la quema de nuestros montes. Pero pasa lo mismo con los accidentes de tráfico, el culpable único es el transgresor; el estado de las carreteras o la mala señalización, nunca. Es más fácil para la Administración. Pero sabemos que en muchas ocasiones, y los incendios de los montes en Galicia son un ejemplo, la falta de regulación y una deficiente -por no decir nula- política forestal es el origen del problema.

Paseo mucho por el monte y lo más difícil es que no se incendie: maleza, tojos, retama, zarzas..., y al lado de las carreteras. Toda una suma de factores facilitadores del fuego, que a la par que impiden respirar al monte, no dejan crecer a pinos y eucaliptos, empobreciendo su desarrollo. Parecen estar a la espera de una chispa para empezar a arder y quemarlo todo con su gran poder calorífico. ¿Pero dónde están los robles, o castaños, u otro tipo de plantación que humedezca el ambiente y dificulte los incendios?, ¿dónde está una política que regule el tipo de plantación y gestione los montes de Galicia desde que han sido abandonados por el ser humano? Y a propósito, ¿por qué han sido abandonados?

El abandono del monte es el principal pirómano. La Administración o Administraciones (quizás la multiplicidad de Administraciones implicadas sea una de las causas) tendrían algo que decir y no solo el pirómano.