Risas en la 'california' malagueña

La playa de Los Álamos, en Torremolinos, podría considerarse como un remedo de la famosa playa de Venice Beach, al sur de California. Esta playa del Pacífico es popularmente conocida por la cuidada estética de la gente que acude a ella, con cuerpos esculturales labrados a base de horas de deporte y gimnasio. Es tal el calado de esta filosofía de vida basada en el culto al cuerpo que incluso en ella se puede hacer ejercicio al aire libre junto al océano en Muscle Beach al tiempo que se admira la soltura de las bellas chicas californianas patinando en bikini por el bulevar.

Con aires mediterráneos, sin llegar a los extremos de Venice Beach, la parte más oriental de la playa de Los Álamos se ha convertido en los últimos años en una especie de pasarela en la que dejarse ver. Cientos de jóvenes la escogen a diario y, sobre todo, los fines de semana para pasear sus encantos, esto es, sus cuerpos cincelados cubiertos tan solo con el último grito de la moda de baño.

La parte más oriental es una especie de pasarela para dejarse ver

La afición por el deporte resurge al atardecer con un sol más benévolo

La zona más oriental de este largo arenal de 1.500 metros, que cuenta con todos los servicios propios de una playa urbana, aglutina la movida juvenil tanto de día como de noche. La proliferación de chiringuitos especializados en la diversión atrae a muchos jóvenes dispuestos a pasar un día de playa sin privarse de nada.

Establecimientos como La Playa o el Café del Sol abren sus puertas a las 12.00 y cierran a las 3.00, una hora más los fines de semana. En La Playa, uno de los pioneros de la zona, el alquiler de una hamaca (seis euros) es el salvoconducto ideal para disfrutar de su amplia oferta, que va desde su ecléctica cocina, en la que se puede degustar una gran variedad de platos internacionales, hasta sus afamados cócteles, granizados, daikiris y mojitos.

Todo acompañado por una perenne melodía con una buena selección de música y con los éxitos más bailables del momento. Y para quienes tumbarse en la hamaca resulta aburrido, una red de voley-playa instalada en un lateral ofrece la posibilidad de seguir trabajando músculos.

La afición por el deporte resurge al caer la tarde, cuando el sol es ya más benévolo. Es entonces cuando el amplio paseo marítimo que casi une la zona de Playamar con el Parador de Málaga Golf se llena de patinadores, ciclistas y corredores.

Los días en los que sopla con fuerza el viento de poniente, varios puntos de esta playa se convierten en lugar de concentración de los aficionados al surf o al kite-surf.

Al caer la noche, tanto el paseo marítimo de Playamar como la playa de Los Álamos se transforman. En Playamar, a apenas un kilómetro y medio de Los Álamos, los bajos de la urbanización Costa Lago albergan varios locales donde poder cenar y comenzar la ruta noctámbula por Torremolinos.

Jammin, On o Lombok son algunos de los garitos donde se dan cita los más marchosos para ir calentando la noche. Ya en la playa de Los Álamos, sus amplios aparcamientos facilitan la llegada de cientos de jóvenes con ganas de marcha. Establecimientos como El Café del Sol, La Playa, On Beach o Maracas organizan fiestas temáticas, sesiones con los mejores dj del momento y ofrecen diversión hasta bien entrada la madrugada.