El Banco de España echa al directivo que interfirió en la venta de Cajasur
Santiago Cabezas, quien se reunió con el Sabadell, sale sin indemnización
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el organismo del Banco de España que intervino Cajasur, ha decidido despedir a Santiago Cabezas, ex alto cargo de la entidad y ex diputado autonómico del Partido Popular. Los administradores nombrados por el supervisor le han comunicado esta semana su "despido disciplinario", lo que implica que sale sin indemnización de la caja, controlada por la Iglesia católica hasta que en la madrugada del 22 de mayo fue intervenida por el supervisor. Tras la intervención, el Banco de España abrió una puja para vender la entidad y, finalmente, fue la vasca BBK la que ganó la subasta el 16 de julio.
Pero, entre medias, Cabezas mantuvo una reunión el 2 de julio con José Oliu, presidente del Banco Sabadell, entidad que también aspiraba a hacerse con Cajasur. Los directivos de la caja tenían prohibido mantener contactos con las entidades interesadas en la compra para no enrarecer el proceso. Según señalan fuentes financieras, el encuentro se produjo "sin la autorización previa y necesaria de los administradores". El FROB entiende que con su actuación se puso en cuestión la "transparencia" del proceso de venta.
Cabezas -cuyo nombre ha desaparecido ya del directorio de empleados de Cajasur- se encontraba en este momento suspendido de empleo y con un expediente abierto, que finalmente se ha cerrado con su despido. Este directivo ha sido durante los últimos meses la mano derecha del ex presidente Santiago Gómez Sierra, el sacerdote que finalmente defendió en el consejo de administración que la caja fuera intervenida antes de cerrar una fusión con Unicaja. De hecho, Cabezas fue nombrado director adjunto para la frustrada fusión con la malagueña.
A la reunión con Oliu también asistió el sacerdote Gómez Sierra, que, como el resto de los dos últimos consejos de administración, está expedientado por el Banco de España. El encuentro se produjo en el lujoso hotel Palacio del Bailío de Córdoba capital. Cuando los administradores se enteraron decidieron abrir un expediente informativo para aclarar el encuentro y ver si se derivaban "potenciales responsabilidades". El 28 de julio el FROB suspendió de empleo a Cabezas por esta reunión. Este directivo, al haber seguido de cerca y participado en el intento de fusión con Unicaja, disponía de una información impagable sobre el estado de la entidad cordobesa.
Cuando el Banco de España abrió la puja por Cajasur había puesto sobre la mesa las reglas de juego. Remitió una información confidencial a los bancos y cajas interesados en el que se señalaba que "el receptor [concursante] se obliga a no entrar en contacto directa o indirectamente con ningún empleado o cliente de Cajasur en relación con la operación sin el consentimiento previo de Cajasur y el FROB".
Según señalaron ayer fuentes financieras, el despido disciplinario de Cabezas implica que saldrá de la caja sin indemnización. El directivo podría recurrir ahora a la justicia, que tendría que decidir si el despido es procedente o improcedente y, en este último caso, fijar una indemnización.
El despido de Cabezas lo han ejecutado los administradores del FROB. La caja ya ha sido adjudicada a BBK, que ha pedido 392 millones para hacerse cargo de la desastrosa situación de Cajasur. Sin embargo, la entidad vasca todavía no ha tomado formalmente el mando. Para ello se tiene que celebrar una asamblea general, que ya controla el FROB. Además, la intención también es esperar a que Bruselas dé su visto bueno a todo el proceso seguido con Cajasur y a la venta. Está previsto que el traspaso se produzca entre los meses de septiembre y octubre.
BBK sí ha empezado a dar algunos pasos, como el anuncio de que José Carlos Pla será el futuro consejero general de Cajasur, que acabará como una filial de la vasca.
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