El bebé de los Cameron sorprende en vacaciones
El primer ministro británico es padre con un mes de adelanto
La comparecencia de David Cameron ante la prensa, ayer en plenas vacaciones en la costa inglesa, no obedeció a ninguna crisis internacional o de índole interna sino a un acontecimiento especialmente feliz para el primer ministro británico: el nacimiento de su cuarta hija, que llegó al mundo un mes antes de lo previsto. La pequeña nació con 2,7 kilos después de que a su madre, Samantha, se le practicara una cesárea en el Royal Hospital de Truro, localidad balnearia de Cornualles y sede estival de la familia. El dirigente conservador, que se autoproclamó un "padre orgulloso", estuvo presente en el parto.
Si los avatares de la política no desbaratan la actual coalición de gobierno, la pequeña dará sus primeros pasos en el 11 de Downing Street, donde los Cameron y sus hijos Nancy (de seis años) y Arthur Elwen (de cuatro) tienen su nueva residencia junto al famoso número 10, sede oficial del primer ministro. Hace un año y medio, el matrimonio perdió a Ivan, que padecía parálisis cerebral y epilepsia, cuando el niño contaba solo seis años. El pasado marzo, la pareja anunció el nuevo embarazo de Samantha en vísperas de una campaña electoral que acabó saldándose con la victoria del tory David Cameron y su alianza con los liberal-demócratas.
Aunque el primer ministro declaró en su día la intención de tomarse una baja por paternidad cuando llegara su cuarta hija, que esperaba para septiembre, la perspectiva de un otoño caliente, en el que se auguran drásticos recortes presupuestarios, ha impedido que precise una fecha por el momento. Si Cameron acaba dando ese paso, será el viceprimer ministro liberal-demócrata, Nick Clegg, quien le sustituya en el puesto, como ya ha hecho durante estos días de asueto de su colega.
Las fotografías de un Cameron eufórico que hoy forran toda la prensa británica, y las sucesivas imágenes que se difundan de su nueva retoño, pueden contribuir a afianzar la popularidad en alza del joven jefe de Gobierno. Por lo pronto, el nacimiento ya está siendo objeto de numerosas apuestas -una de las grandes aficiones nacionales- sobre el nombre que los padres elegirán para su hija. Los gustos del británico de a pie se decantan en primer lugar por Marnie, seguido de Enid, Annabel y Elizabeth, que es también el de la reina de Inglaterra. Como en tantas otras cosas, según la propia confesión de David Cameron, a la postre será Samantha quien decida.
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