_
_
_
_
_
Reportaje:El sábado comienza la Liga

Ibra, en fuera de juego

El delantero del Barcelona, perdido durante la celebración del triunfo en la Supercopa, no es una opción principal para Guardiola

Jordi Quixano

Cuando el once titular se hacía la foto oficial antes de disputar la vuelta de la Supercopa, Zlatan Ibrahimovic se recostaba en su butaca del banquillo con una sonrisa torcida y cara de malas pulgas. Cuando Messi marcó el cuarto gol del Barcelona, Ibra seguía sentado con idéntico gesto y escaso alborozo. "Seguro que no haber jugado no le habrá gustado. Como le sucede a todo el mundo cuando no juega", le exculpa Piqué. Pero a Ibra se le notó demasiado su descontento, por más que el Barça se impusiera al Sevilla y conquistara el primer título de la temporada. Envuelto en rumores sobre un traspaso que no llega porque asumir su ficha anual -unos 10 millones de euros limpios- es toda una odisea, el Barça y el jugador se topan con un problema enrevesado: ¿dónde juega Ibra? El futbolista se debió de plantear otra cosa, del tipo "¿qué hago yo aquí?".

El sueco fue el único convocado que no lució la camiseta azulgrana en la foto con el trofeo
"Esta plantilla es muy buena y resulta difícil encontrar un hueco", recuerda Piqué
Más información
Defensa ajustada, ataque mortífero
Valdés: "Este vestuario no perderá las ganas de ganar"
Guardiola: "Necesitamos un mediocentro"

Si hay algo claro para Pep Guardiola es que el Barça juega en torno a Messi. Con Leo como epicentro. "Es el mejor", le definen tanto el cuerpo técnico como sus propios compañeros. Y, como Messi, con libertad de movimientos y espacios para la asociación, prefiere jugar de falso delantero o de enganche, no hay sitio para el ariete funcional o la boya en el área adversaria.

No hay sitio, entonces, para Zlatan. Así se demostró el sábado en el Camp Nou, la noche en que Guardiola prescindió de los chavales del filial porque el duelo ya iba en serio, la noche en que Ibra obtuvo el mismo negociado que los niños. Resulta que Guardiola le dio la punta del ataque a Messi, que apostó por Bojan y Pedro como extremos y que luego alineó a Villa por la izquierda y sacó a Iniesta como refuerzo desde la segunda línea. Ibra, así, quedaría como la sexta opción para el técnico.

"Ibra es uno más del grupo. Hay que recordar que su gol en Sevilla fue muy importante para el equipo, para la victoria final", reseña Alves. "Es muy bueno, está cogiendo ritmo y es muy importante para el grupo", agrega Pedro. "Pero es que esta plantilla es muy buena y resulta muy difícil encontrar un hueco", amplía Piqué. Y advierte Maxwell, su gran amigo en el Ajax, en el Inter y ahora en el Barça: "Ibra no ha jugado, pero aquí hemos ganado todos". No lo pareció durante la celebración del título.

Acabado el encuentro, Ibra fue el último en pisar el terreno de juego. Sí que repartió algún que otro abrazo, pero, anestesiada por completo la efusividad. Parecía perdido. Quizá por eso, cuando todo el equipo se arrancó a dar la vuelta de honor, se quedó cerca del banquillo, donde departían animosamente los jugadores del filial que participaron en la ida y el cuerpo técnico. "¿Qué haces aquí?", le debieron de preguntar cuando sus compañeros ya había completado la mitad de la vuelta al ruedo. E Ibra, sin respuesta, fue mandado inmediatamente al grupo. Aunque de nuevo chirrió la situación.

Todos los jugadores se habían puesto la camiseta del Barça, incluso los que no disfrutaron minuto alguno en el partido, como Puyol y Milito, y Pinto iba con la casaca de portero. Ibra, sin embargo, no se desprendió de la elástica de entrenamiento y así completó la vuelta de honor. De igual guisa salió en la foto oficial de todo el equipo. Con la medalla al cuello, pero sin la zamarra azulgrana. "Yo le veo bien. Ibra se está entrenando con ganas, como siempre", argumenta Messi. Pero pocos pensaron lo mismo.

El Barça, en boca de Guardiola y al principio de la pretemporada, le dio la oportunidad de buscarse un club porque nadie le garantiza la titularidad. Ibra rehusó tal trato porque, entre otras razones, quiere ganar la Champions, el único trofeo que se le resiste. De ahí que rechazara la posibilidad de irse al Manchester City, que asumía su costosa ficha. Entró en juego también el Milan, que ya le hace más gracia al jugador, pero que no afronta su sueldo.

"Quiero jugar aquí", afirmó Ibra a su regreso de las vacaciones. "Está aquí y es jugador del Barça", apostilla Guardiola cuando se le pregunta al respecto, sin una palabra de más porque entiende que se ha creado una situación incómoda para todos. "Pienso que se quedará. Está con ganas de seguir en el Barça", apunta Maxwell. "Ojalá siga aquí mucho tiempo", desea Pedro. "Tiene el futuro azulgrana", remata Piqué. Aunque más fuera que dentro del campo. Ibra, por el momento, no es una prioridad, pero sí un recurso.

Ibrahimovic, en el banquillo, tras Puyol e Iniesta.
Ibrahimovic, en el banquillo, tras Puyol e Iniesta.DIARIO AS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_