Marc ya es Gasol

Primeros compases del partido del viernes entre España y Lituania. Javtokas, un contundente pívot báltico, recibe el balón y, tras una finta, se dispone a machacar a aro pasado. Marc Gasol, atento, acude con la contundencia de un tren de mercancías. Resultado: colosal tapón del español que acaba con Javtokas en el suelo y los espectadores que llenan hasta reventar el Palacio de los Deportes de Madrid en pie. Fue la carta de presentación del pívot tras su ausencia en el anterior partido amistoso, contra Brasil, por una fuerte contractura dorsal recibida frente a Argentina. Su sello: 18 puntos, cuatro asistencias y un 26 de valoración en apenas 20 minutos llevaron su firma. "Me faltó tacto en las manos y timing en los pies, pero he saldado bastante bien mi vuelta a la pista", dijo el jugador de los Grizzlies de Memphis, al que parece sentarle bien la ausencia de su hermano mayor: Pau Gasol nada menos.

"Está en una forma increíble, delgado", dice el técnico de Estados Unidos

"Marc tiene un juego de poste precioso. También tiene mano. Entiende el juego, sobre todo las posiciones. No tiene muchas debilidades", dice Tyson Chandler, el único pívot de la selección de Estados Unidos, que hoy se enfrenta a España. "Hay que intentar que se mueva", continúa reflexionando en voz alta sobre cómo frenar a un hombre de 2,15 metros y 120 kilos. "Hay otros pívots físicos ahí fuera, pero, definitivamente, él es uno de los más físicos que hay", añade el norteamericano, que no supera los 106. "He jugado mucho contra él en la NBA. Hay que alejarle de la pelota, que no la tenga, y hacerle trabajar para que se mueva", concluye.

Chandler analiza a Marc porque en una selección repleta de talento, la española, campeona del mundo y europea y subcampeona olímpica, el mediano de los Gasol es el eje del juego. Ya no es el hermano de Pau, ya no está bajo su sombra ni su cobijo. Con el jugador de los Lakers fuera de órbita por desgaste tras una exigente temporada en la NBA, que le vio ganar el anillo contra los Celtics de Boston, ahora, Marc, de 25 años, es uno de los pilares españoles. Durante la preparación para el Mundial, casi todos los ataques pasan por sus manos. Se siente a gusto sobre la cancha, se le ve con confianza.

"Marc es un gran jugador", analiza Mike Krzyzewski, coach K, el seleccionador estadounidense; "pero nunca miro los partidos como una suma de unos contra unos, en este caso entre Marc y Tyson. Si analizas así los partidos, pierdes", prosigue; "la defensa tiene que ser colectiva. Gasol ha tenido un gran año y aquí, en Madrid, me da la impresión de estar en una forma increíble, más delgado. Tiene muy buena pinta". ¿Le falta peso o altura a su equipo para enfrentarse a una selección en la que manda un hombre como Marc? "Nos gustaría tener más altura, más experiencia y más kilos. La realidad, sin embargo, es que no vamos a reinventar el equipo, que no vamos a intentar comer más aquí para ganar peso", bromea; "obviamente, no somos un equipo tan grande como el que éramos en 2008".

Desde el poste bajo, Marc distribuye en estático las opciones ofensivas de los hombres entrenados por Sergio Scariolo. O busca el uno contra uno con su amplia gama de recursos, que van desde ganchos a tiros de 3 o 4 metros, o bien crear un desequilibrio ofensivo para asistir a un compañero. En las rápidas transiciones es de los primeros en llegar, siempre por el carril central, para ofrecerse a recibir un pase con el único afán de machacar el aro o doblar las alas, donde Navarro o Rudy esperan para un cómodo lanzamiento.

Pocos se acuerdan ya de su polémica inclusión en el combinado campeón del mundo, en detrimento de Fran Vázquez, lesionado, hace cuatro años. Desde su debut, España no se ha bajado del podio en cuantas competiciones ha participado (oros en el Mundial de 2006 y el Europeo de 2009, platas en los Juegos de 2008 y el Europeo de 2007). Su meteórica progresión, del ostracismo en el Barça a titular en los Grizzlies, previo paso por Girona, donde fue elegido el mejor jugador de la ACB, en 2008, hablan de un hombre dispuesto a atacar cualquier montaña. Para empezar, la de Turquía: desde el día 28, España asalta el Mundial con Marc Gasol como estilete.