El desmarque 'abertzale' sin condenar la violencia acapara el debate político

Ha bastado que la izquierda abertzale repitiera el miércoles en un comunicado que se desmarca de la kale borroka, como ya anunció con ocasión del ataque a una comisaría de la Ertzaintza en Salvatierra (Álava) el pasado mes de junio, para que se renueve el debate sobre la credibilidad de su nuevo proyecto político. Mientras, los sabotajes callejeros continúan, incluso algunos a plena luz del día, como ocurrió ayer con la quema de cuatro contenedores en distintas calles de Vitoria por segunda jornada consecutiva.

El desmarque de la kale borroka, que no su condena, delimita de momento la línea roja en el posicionamiento de la izquierda abertzale sobre esta muestra casi diaria de violencia terrorista de baja intensidad. Una práctica que alguno de sus miembros más representativos (Tasio Erkizia) lo entiende como "expresión del malestar en el pueblo", aunque prefiere que la respuesta sea "de otra forma" en alusión a las vías políticas. Pero este paso ha sido suficiente para agitar el debate político, dividido entre quienes lo consideran "un paso adelante" aunque no lleve parejo la condena, y los escépticos que sólo ven una intencionada estrategia de Batasuna para allanar su camino ante las elecciones de 2011.

Egibar quiere saber si la apuesta por las vías políticas vincula a ETA

Otros cuatro contenedores fueron quemados en calles de Vitoria

Cuando el cuartel de la Ertzaintza en Salvatierra fue atacado con explosivos el 24 de junio, la izquierda radical ya admitió que su "confrontación con el Estado" sería por medio de "parámetros políticos y democráticos" y que "otras expresiones de confrontación no encajaban". En su comunicado del pasado miércoles ha repetido el argumento sin dar un paso más. Sin embargo, a varias formaciones políticas les ha parecido un guiño suficiente que avala su anunciada apuesta política.

Como era lógico, tras conocer el comunicado Eusko Alkartasuna ha visto abonado el terreno para reiterar "la vigencia de su acuerdo con la izquierda abertzale", así como su "apuesta decidida por la creación de un espacio soberanista a través de vías políticas y pacíficas.

En una línea incluso más optimista se posicionó ayer Patxi Zabaleta, coordinador general de Aralar, formación que viene manteniendo contacto con los radicales y EA. Para Aralar, el comunicado contiene "datos importantes y positivos" que manifiestan "expresamente" que la izquierda abertzale se aparta de las prácticas de la kale borroka. A tal punto llega la satisfacción de Zabaleta que considera un aspecto "secundario" que no haya referencia alguna a "la condena" de los sabotajes.

En un contexto similar se pronunció ayer Joseba Egibar, portavoz parlamentario del PNV, para subrayar que "lo relevante y auténticamente importante" es "la disección y distinción" que la izquierda abertzale hace "de lo que entra y está fuera de lo que es su estrategia y evidentemente los actos de violencia están fuera de su estrategia", se felicita Egibar. Fue su valoración horas después de que su presidente, Iñigo Urkullu, identificara el rebrote de violencia callejera de los últimos días a "una estrategia de ETA".

Precisamente sobre el papel que juega la banda terrorista en estos sabotajes se abrió otro debate. Urkullu lo tiene claro y así lo dejó escrito en su blog personal. Egibar ahonda en la dualidad interna de la izquierda abertzale y ETA para afirmar que la clave radica en saber si la apuesta por las vías "exclusivamente políticas y democráticas alcanza, vincula y arrastra" a la banda terrorista "o no".

Para Ezker Batua (EB) el conflicto radica en "la lucha de poder entre ETA y la izquierda abertzale". Mikel Arana, su coordinador, habla de un escenario en el que los radicales pretenden "supeditar por vías políticas y democráticas la estrategia violenta de la kale borroka". Con todo, Arana admite que el desmarque de la izquierda abertzale puede parecer "tibio", pero pide que se valore por cuanto significa de "distanciamiento del mundo de la violencia y de respaldo inequívoco a la estrategia política".

Mientras, desde el PSE-EE, se hace un ejercicio de prudencia. El parlamentario Óscar Rodríguez ve un "paso" en la reflexión de la izquierda abertzale sobre los actos de kale borroka, aunque cree que "no es el paso necesario, no es el paso que la sociedad está esperando" ya que "deberían condenar esta violencia para tener credibilidad", reitera.

Y finalmente, en el lado opuesto, el mensaje inalterable del PP, convencido de que el comunicado sobre la kale borroka "es un montaje más" de la izquierda abertzale "para estar en las próximas elecciones" ya que ve "hueca" la retórica de Batasuna. Para UPyD es aún peor ya que, según Rosa Díez, la izquierda radical "acompaña a quienes tienen las pistolas".