"Óbidos es villa de reinas, no de etarras"
Telmo Faria, alcalde de la localidad portuguesa de Óbidos, quedó "estupefacto" el pasado 4 de febrero cuando la policía descubrió un arsenal de ETA en el vecindario de Casal de Avarela, en aquel término municipal de 10.000 habitantes. El hallazgo de 1.500 kilos de explosivos en una casa alquilada por dos presuntos etarras fue una noticia bomba, nunca mejor dicho, en aquel remanso de paz. "No podía creerlo. No era posible, en aquella aldea donde no viven más de 50 vecinos. No podía entender qué pintaba ETA en estas tierras", recuerda el alcalde, en su despacho en Óbidos, una pintoresca localidad medieval, amurallada, a 86 kilómetros de Lisboa, que figura en todos los circuitos turísticos.
"Aquí no hay inseguridad. Nunca ha habido un episodio de violencia"
El arsenal confirmó por primera vez la existencia de una infraestructura de ETA en territorio portugués, ante el acoso policial que padece la organización terrorista en Francia. Tras el impacto inicial, el alcalde trató de comprender y para ello empezó a buscar hipotéticas razones que movieron a los etarras a desplazarse hasta Óbidos, un lugar donde nadie sospecha de nadie. "Aquí no hay ninguna tradición de inseguridad. Desde hace muchos años organizamos conciertos y festivales que reúnen a decenas de miles de personas. La mayor ocupación del dispositivo policial que se establece estos días es dirigir el tráfico. Nunca ha habido un episodio de violencia".
Ni la policía portuguesa ni el alcalde de Óbidos han sido capaces de descifrar hasta la fecha por qué ETA eligió aquella zona. "Es posible que el azar les llevara hasta aquí cuando buscaban alquilar una casa en esta región". Y dieron con Óbidos, un lugar cargado de historia, tranquilo, romántico y alejado del mundanal ruido. Desde 1210, cuando el rey Alfonso II donó la villa a su mujer, doña Urraca, Óbidos ha pertenecido en diversas ocasiones a las reinas de Portugal porque era la dote que recibían las princesas europeas que se casaban con un monarca portugués. "Por esta razón, Óbidos se autotitula villa de reinas, no villa de etarras", comenta con sarcasmo el alcalde.
Andoni Zengotitabengoa y Oier Gómez Mielgo, miembros de ETA, alquilaron un chalé en el vecindario de Casal de Avarela, a 10 minutos del centro de Santa María de Óbidos. La presencia de extranjeros en estos pueblos no levanta sospechas, porque aquí viven españoles, nórdicos, alemanes, británicos y ciudadanos de Europa del Este. "Nunca ha habido ningún problema con ellos, porque forman parte de nuestro modo de vida", dice Faria. Es más que probable que los etarras pasaran en alguna ocasión por el Ayuntamiento, aunque solo fuera para la firma del contrato del suministro de agua. "La casa estaba deshabitada desde hacía tiempo cuando la alquilaron y el agua estaba cortada".
La noticia fue la comidilla entre la población. Los primeros días, la policía no decía ni pío y los teléfonos del Ayuntamiento echaban humo. El alcalde no quería hablar, "porque no tenía información". "Los periodistas especulaban. Un canal de televisión que emitía en directo desde la casa acordonada de Avarela aseguraba que desde hacía varios días la Policía Judicial tenía cercada la casa. Era todo mentira".
Había muchas historias, porque la gente quería saber. Circularon chistes -"Óbidos tiene de todo, hasta la ETA"- y algún promotor turístico sugirió una visita guiada a Casal de Avarela, "para ver la casa de los etarras". Bromas aparte, dice el alcalde, fue un asunto muy serio, "que podía haber tenido consecuencias fatales para el municipio". Hoy es un asunto prácticamente olvidado. "Nuestra vida no ha cambiado y el turismo no ha resultado afectado", asegura Telmo Faria.
Todo empezó con un control rutinario de carretera instalado por la Policía Local en busca de drogas y no de armas o explosivos. Un conjunto de casualidades permitió dar con la casa etarra, abandonada precipitadamente con las puertas abiertas y las luces encendidas, y encontrar 1.500 kilos de explosivos. ¿Conclusiones de aquel episodio? "Óbidos es una lección para todos, españoles y portugueses", dice sin dudar el alcalde, "porque ha demostrado que no se puede subestimar ninguna hipótesis, cuando se trata de la lucha antiterrorista. Ya no se puede afirmar categóricamente que Portugal no es territorio de ETA".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.