Guardias civiles ven ahora a la Ertzaintza "en la lucha contra el terrorismo"

"El hijo pródigo, la Ertzaintza, ha vuelto a la senda de la lucha contra el terrorismo". Así lo cree la Unión de Guardias Civiles, asociación representativa de todas las escalas y empleos del Cuerpo de la Benemérita, que ayer compareció ante los medios de comunicación, en Vitoria. En esta línea, sus portavoces felicitaron a la Ertzaintza y al Gobierno vasco por el "nuevo cambio de rumbo" que ha conseguido una "mayor coordinación" de la Policía Autónoma vasca con el resto de cuerpos policiales y una "más clara implicación" en la lucha con el terrorismo.

Durante su repaso a la actualidad, la UniónGC se refirió también a los últimos actos de kale borroka registrados en Euskadi, y precisó que las Fuerzas de Seguridad del Estado (FSE) no sienten una "mayor preocupación" por este repunte, ya que están "más coordinados", aunque, eso sí, advirtió de que ETA "atentará donde pueda y cuando pueda". "No van a conseguir amedrentarnos", dijo.

El 'caso Eibar'

En cuanto a su situación en el País Vasco, el vicesecretario general de esta asociación, Ramón Rodríguez, denunció que es "aún peor" que la del resto de unidades del Estado, ya que "al problema terrorista se le añade un exceso de rigor en materia disciplinaria y la vulneración de las normativas de la propia Guardia Civil en la prestación de servicios". Así aseguró que "la Guardia Civil en Euskadi tiene menos derechos que el resto de guardias civiles", ha insistido.

Como muestra crítica indicó que los agentes no pueden acceder a su calendario laboral con "la suficiente antelación" y, a su vez, que el Núcleo de Reserva de Vitoria, una de las unidades "más atractivas" de la Guardia Civil, este año no se ha cubierto, ya que no ha recibido las peticiones suficientes "fruto de la arbitrariedad que emplean sus mandos".

Finalmente, los portavoces criticaron que la cúpula de la Guardia Civil de Euskadi ha decidido "matar a los mensajeros" que destaparon el denominado caso Eibar. Este sindicato denunció hace un año la situación del cuartel de Eibar (Guipúzcoa) donde "más de la mitad de los guardias se encontraban de baja psicológica por la presión a la que estaban sometidos por parte de algunos de los mandos del puesto, situación que en julio de 2009 llevó al suicidio a uno de sus agentes", recordaron ayer.