Pakistán promete que la ayuda humanitaria no irá a los talibanes
La ayuda humanitaria para Pakistán se ha acelerado en los últimos días y la ONU se ha mostrado razonablemente satisfecha por primera vez desde que el país sufriera, hace dos semanas, unas inundaciones que han afectado a 20 millones de sus habitantes y a una quinta parte de su superficie, área equivalente a los territorios de Austria, Suiza y Bélgica juntos.
El Gobierno de Pakistán ha intentado tranquilizar a la comunidad internacional con la promesa de que el dinero no caerá en manos de los talibanes. "Aseguro a la comunidad internacional que estos fondos que están donando le pertenecen a la gente pobre afectada por las inundaciones", dijo el ministro de Interior, Rehman Malik, en una entrevista a la BBC. También pidió más apoyo. "Pakistán no puede solo con este desastre".
La ONU ha recibido ya el 54% de los 360 millones de euros que solicitó a la comunidad internacional. El dinero llega rápidamente desde el fin de semana pasado. "Sin duda la comunidad internacional está respondiendo al llamado lanzado por el secretario general [Ban Ki-moon] durante su visita y entiende la inmensa magnitud del desastre. Pero el camino es largo y las necesidades pueden aumentar. Esperamos que los donantes sigan dando dinero con el mismo ritmo", comentó a este diario el portavoz de la ONU, Maurizio Giuliano.
La ONU anunció que se destinarán a Pakistán unos 21 millones de euros de su fondo central para emergencias. Ayer también la Unión Europea anunció otros 30 millones de euros -lo que sitúa en 70 millones el total de sus donaciones- y hasta el empobrecido Afganistán donará 780.000 euros. "Es muy poco para lo que se necesita, pero nuestro Gobierno quiere expresar su solidaridad", aseguró el ministro afgano de Finanzas, Omar Zakhilwal.
A pesar de la aceleración en la recaudación de fondos, todavía millones de personas que lo perdieron todo siguen sin recibir ayuda. De los seis millones de personas a los que se calcula debería proveerse de agua potable sistemáticamente, solo alrededor de un millón han recibido cinco litros al día. La ONU teme una segunda oleada de muertes si no se atiende a los afectados.
En algunas áreas del norte el agua va cediendo, pero se extiende por las provincias de Sind y Beluchistán. Día a día se conocen más cifras. Al menos 3,2 millones de hectáreas cultivadas se han perdido o han quedado dañadas, y solo dos de las cuatro provincias afectadas han muerto más de 200.000 cabezas de ganado.
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