La rara excepción española

La certeza de que la recuperación económica será más anémica en España que en el resto del mundo desarrollado ha lastrado a la Bolsa día a día. Basta ver las pérdidas que acumula este año el Ibex 35, para constatar que día a día los inversores confían menos en los valores españoles que en otros.

Ayer el Ibex cerró en positivo. Fue el único de los mayores índices selectivos europeos que acabó con ganancias. Así que la excepción fue rara. El color verde y el mejor comportamiento entre los grandes índices del continente sólo se veía en los paneles españoles.

Tampoco es que el repunte del Ibex fuera significativo. Subió un 0,21% y quedó en 10.391 puntos, un alivio que, junto al empuje del martes, apenas disimula lo que de momento es un mal mes de agosto, no exento de sobresaltos.

El día fue anodino. Al leve repunte se suma la baja negociación. Apenas se movieron 1.500 millones. Y el aburrimiento se trasladó a los grandes valores. Santander y BBVA apenas subieron un 0,09% y un 0,15%, respectivamente. Telefónica mostró más fuerza. Subió un 0,31%.

Entre los demás valores, de nuevo destacaron los títulos de la farmacéutica Grifols, que ganaron un 3,07%. Tras ellos, las acciones de la aerolínea Iberia, que consolida así su posición como mejor compañía en Bolsa este año, aclarada de una vez su fusión la británica British Airways.

También hubo protagonistas habituales entre los más castigados del día. Gamesa volvió a recibir un duro castigo. Retrocedió un 4,88%. En lo que va de 2010, el fabricante de aerogeneradores vasco ha perdido más de un 50% de su valor. Tras él, y a mucha distancia, aparecía ayer Arcelor que se dejaba un 0,9% y Técnicas Reunidas, -0,8%.

Por lo que respecta a los mercados de deuda, los bonos españoles siguieron recogiendo los frutos del buen resultado de la subasta de letras del martes. La prima de riesgo respecto a Alemania volvió a caer. Se situó en 168 puntos básicos, en dos días el diferencial entre un país y otro se ha estrechado en más de 20 puntos básicos. También mejoró la posición de la deuda de otros países que han servido de diana a en los mercados de deuda (Irlanda, Grecia o Portugal), pero la reducción de sus primas de riesgo es menos significativa.