La deuda foral se dispara un 62%
- Las diputaciones se endeudan hasta 1.723 millones en el primer trimestre - La recaudación fiscal regresa a cifras positivas, aunque a los niveles de 2005
La crisis y la caída de la recaudación están disparando la deuda de las tres Administraciones forales a un casi ritmo exponencial. Si entre diciembre de 2008 y el mismo mes del año pasado la deuda viva de las tres Diputaciones subió un 27,4% al pasar de 832,7 millones a 1.060,6, en el primer trimestre de este año se ha disparado un 62,5% adicional sobre esta última cifra, hasta los 1.723 millones, según los datos trimestrales del Banco de España, los últimos oficiales cerrados al respecto.
Sin embargo, el año no ha hecho más que comenzar para las estadísticas y puede acabar bastante peor si se confirman las estimaciones que maneja el PP, que considera que los tres feudos del PNV van a aumentar su deuda a finales de este año hasta los 1.915 millones.
Cada ciudadano debía a finales del año pasado 270 euros de deuda municipal
El PP estima que el débito foral puede llegar a finales de año a 1.915 millones
En ese caso, las administraciones recaudadoras del País Vasco, las que financian la mayor parte de los presupuestos de los Ayuntamientos y del propio Gobierno, habrían aumentado su deuda un 80,5% con respecto de diciembre de 2009.
La única buena noticia que permiten ser ligeramente optimistas a los respectivos diputados y los concejales de Hacienda es que el ciclo económico a la baja da síntomas de haber superado ya su peor momento.
Aunque los mercados aun no se han recuperado y la recaudación por el Impuesto de Sociedades sigue en guarismos negativos tanto en Guipúzcoa como en Vizcaya, los porcentajes absolutos de recaudación general están ya en positivo, aunque en niveles de hace cinco años.
Aunque los porcentajes de incremento de la deuda resultan muy altos, el hecho de que las instituciones públicas vascas en los tres niveles administrativos tengan en los últimos años algunas de las cuentas más saneadas de España aleja todavía el fantasma de un endeudamiento excesivo. Es más, ante esta situación ventajosa, Eudel recomendó en 2009 a las corporaciones que no duden en endeudarse como medida excepcional para luchar contra el derrumbe económico, una medida que ha habido que contener en 2010 para ajustar las cuentas nacionales y contribuir a la reducción del déficit.
Si al final de este año las Diputaciones acabasen en el entorno de los 1.915 millones de deuda viva total, sólo por este concepto cada ciudadano vasco debería 872 euros. Álava podría acercarse a los 345 millones, Guipúzcoa con 450 millones y Vizcaya rondará los 1.120 millones. Todas las Administraciones han coincidido en aumentar este capítulo en sus presupuestos del presente ejercicio para compensar la fuerte reducción de la recaudación por impuestos. Recurrir al déficit y a la deuda es la única manera de mantener los niveles de inversión en infraestructuras y el gasto en políticas sociales. Con todo, la deuda foral no llega al 3% del PIB vasco de media.
A los Ayuntamientos les ocurre otro tanto. Su endeudamiento global se elevaba a 589 millones a finales del año pasado (270 euros por habitante), muy por debajo de los cerca de 600 de media para el conjunto de España por ciudadano.
La buena noticia es que la recaudación foral se empieza a recuperar. Si en 2009 la caída de los ingresos por impuestos concertados fue superior al 15%, en los primeros seis meses de este año las tres Haciendas forales acreditan ya guarismos positivos, aunque en números absolutos de recaudación equiparables al ejercicio de 2005.
Se trata de un dato aún parcial, porque puede variar para finales de año, pero que se suma al listado de parámetros que poco a poco van convirtiendo la crisis en una historia del pasado. Como la recaudación, se están recuperando los de crecimiento del PIB, los índices de producción industrial e incluso los de creación de empleo, aunque todavía el paro siga creciendo.
Pese a que la situación empieza a mejorar, los Ayuntamientos van a seguir sufriendo ya que además tienen que devolver a las diputaciones más de 300 millones de euros.
Los Ayuntamientos siguen sufriendo
El papel que se ha atribuido el sector público de mantener la actividad económica está teniendo un elevado precio para las administraciones, ya que les está obligando a hacer un sobreesfuerzo económico para compensar la parálisis del sector privado.
Si a la caída de recaudación de las tasas municipales, en especial las relativas a la construcción de viviendas, que se han desplomado, se le une el descenso en los ingresos de las Diputaciones por vía fiscal, el resultado es que los Ayuntamientos van a tener que devolver, eso sí, en plazos, en torno a 311 millones de euros que ya recibieron de forma anticipada de sus respectivas insituciones forales.
Los Ayuntamientos vascos, que ya tuvieron que devolver 100 millones a las Diputaciones el año pasado, deben seguir apretándose el cinturón. Es decir, además de recibir menos dinero en el presente ejercicio y de haber acusado ya el golpe de la primera devolución a las instituciones forales, van a tener que regular muy bien su limitada capacidad de gasto.
Las corporaciones alavesas tienen que devolver 37,1 millones, aunque gracias a un mecanismo ideado por el hoy imputado Alfredo de Miguel cuando era diputado de Administración Local y Equilibrio Territorial, de esa cantidad solo tienen que devolver 9,8 millones, mientras que el resto irá al Fondo de Estabilización que ya acumula un total de 60 millones. Guipúzcoa tiene que devolver 99 millones a razón de 33 millones anuales hasta 2013, y Vizcaya 175,6 millones a razón de 58,5 millones en similares plazos que Guipúzcoa.
El Concierto Económico y la situación más bien saneada de las cuentas de las Administraciones públicas vascas van a permitirles sortear las limitaciones del Real Decreto Ley publicado en mayo pasado en el Boletín Oficial del Estado. En ese texto el Ejecutivo socialista prohibía a las Corporaciones locales "acudir al crédito público o privado a largo plazo" para financiar sus inversiones.
La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) también recomendó a todos los Ayuntamientos, Diputaciones y comunidades autónomas iniciar un control de los costes "estrecho y sin precedentes", e incluso una reducción de los mismos como única vía para evitar tener que aumentar la carga de su deuda.
De un diagnóstico bastante negativo que hizo de las Administraciones españolas, al agencia solo salvó a Navarra y al País Vasco, y mantuvo en ambos casos la calificación crediticia AAA. S&P justifica esta decisión en la especificidad del sistema fiscal de ambas, a través del cual "recaudan los impuestos en sus respectivos territorios y no contribuyen al mecanismo de compensación".
De las tres capitales, la más endeudada es Vitoria, con una deuda viva de 117,8 millones a finales del pasado año, frente a los 87,6 de San Sebastián y a la capital más saneada de España, Bilbao, con solo 3,9 millones.
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