Vecinos de Fornelos acuden a Vigo a despedir a los brigadistas
Nada tienen que ver María y Aurora con Julio Martínez da Silva, el brigadista fallecido en la madrugada del viernes mientras luchaba contra el incendio que devoraba Fornelos de Montes. Nada, salvo que esas mismas llamas amenazaban sus hogares y la tierra que pisan desde hace cuatro décadas. Por ello María y Aurora, junto a otros 11 fornelanos agradecidos -incluídos el alcalde, Serafín Martínez, y su esposa-, se trasladaron ayer al cementerio de Sárdoma, en Vigo, para despedir a Julio y dar el pésame a su familia.
"Es un acto de respeto", apunta María, quien ayer llegó al tanatorio acompañada de los suyos. "Lo pasamos muy mal, tuvimos que abandonar nuestras casas por el fuego. Esto es lo mínimo que podíamos hacer". A su lado Aurora, a quien las llamas sorprendieron escrutando la noche en busca de las Perseidas, se estremece al recordar lo sucedido. "Había muchísimo viento y las columnas de fuego eran altísimas".
A su reconocimiento se sumaron ayer, además de la familia, cientos de conocidos y amigos del fallecido. Fátima, entre estos últimos, recuerda cómo recibió la noticia: "Estábamos en las fiestas de A Guarda cuando me llamaron para contarme lo ocurrido". El recuerdo que perdurará, sin embargo, será el de "un chico activo y positivo". Idéntica imagen conserva José, otro de los amigos, quien lamenta que la noticia cogiese a la novia del fallecido en Madrid. "Tan pronto conoció lo sucedido lo dejó todo y se vino corriendo a Galicia".
Un adiós unido
Entre la multitud que recorrió el tanatorio desde primera hora de la mañana no faltaron tampoco personalidades del mundo de la política que quisieron solidarizarse con la familia. Hasta el velatorio se acercaron el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, acompañado de los conselleiros de Presidencia, Alfonso Rueda, y Medio Rural, Samuel Juárez. También lo hicieron el secretario general de los socialistas gallegos, Manuel Vázquez; la superdelegada Lucía Morales y la corporación local de Vigo al completo.
Ya por la tarde acudieron el alcalde de la ciudad, Abel Caballero; el delegado del Gobierno, Antón Louro; el subdelegado, Delfín Fernández, y diputados y concejales de todos los grupos políticos. "Una auténtica marea", en palabras de una de las encargadas del tanatorio, idéntica a la que horas despues abarrotó la iglesia de San Pedro de Sárdoma, en Vigo. De allí es el padre de Julio Martínez y allí trasladaron los restos del brigadista.
