1.500 hectáreas en 13 días de agosto
Medio Rural cambia de política informativa y da el primer balance global de daños
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, repetía el miércoles las palabras que no se cansó de pronunciar este verano el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, para responder a las acusaciones de que su Gobierno practica una política oscurantista en materia de incendios: los datos de hectáreas quemadas llegarán al final de la temporada de máximo riesgo, a finales de septiembre. "El Gobierno gallego pedirá comparecer en el Parlamento autónomo para informar hectárea por hectárea, municipio por municipio y provincia por provincia" de todos los incendios registrados, reiteró Feijóo. La Xunta no da balances provisionales de hectáreas arrasadas ni informa de los incendios menores de 20 hectáreas. Sin embargo, ayer, tras el accidente de Folgoso, el Gobierno gallego cambió de política informativa.
El director general de Montes, Tomás Fernández Couto, cifró en 1.500 hectáreas las arrasadas por incendios forestales en los 13 primeros días de agosto. En total, este año se han quemado ya 4.300 hectáreas. De esas, unas 2.000 se quemaron desde comienzos del verano. Las adversas condiciones meteorológicas, con vientos secos del noreste, altas temperaturas y ausencia de humedad, han favorecido que en agosto hayan ardido un tercio del total de hectáreas arrasadas. "Las primeras semanas de agosto has sido las más duras", admitió el conselleiro de Medio Rural.
En la jornada de ayer, además del incendio de Fornelos de Montes que llegó a las 100 hectáreas, el fuego crecía en Poio (Pontevedra). El viento, en una zona donde soplaba fuerte, fue determinante para que se propagase el fuego, ya que en un primer momento estaba controlado. En cinco horas, ya había arrasado 15 hectáreas. Otro más pequeño, pero también activo y sin controlar, se mantenía anoche en Laza (Ourense), donde ardió al menos media hectárea de arbolado. Además de los activos, en Galicia se contaban ayer al menos ocho incendios controlados. En Ourense, las llamas quemaron 41 hectáreas en Cualedro, 22 en Manzaneda, 26 en Oímbra y nueve en A Cañiza. En Lugo, ardían 20 hectáreas en Folgoso do Courel, mientras que en Pontevedra se sumaban 35 de Covelo a las del incendio de Fornelos. Los fuegos de Vilariño de Conso (67 hectáreas) y Gomesende (17) ya estaban extinguidos.
A finales de la pasada semana, la previsión ya señalaba una situación de riesgo extremo para las Rías Baixas y Ourense. El domingo, el fuego prendió en el Ayuntamiento de Lobios y arrasó más de 100 hectáreas en el Parque Natural del Xurés. La provincia ourensana fue la más castigada, ya que ardieron al menos 567 hectáreas (sin sumar los incendios menores de 20 hectáreas). Junto con el del Xurés, el registrado en Pobra de Trives (100 hectáreas) y el de Carballeda de Valdeorras (con 150) fueron los más grandes.
Aunque en un primer momento de su comparecencia Juárez asimiló las condiciones de esta semana a los días de la ola de incendios de 2006, su director general salió a corregirle: "Realmente hasta ahora no es comparable con 2006; es que no hay ni punto de comparación, no es que sea mejor ni peor, sino que afortunadamente para todos los gallegos la situación no es comparable", informa Europa Press. Las 4.200 hectáreas quemadas hasta el momento están lejos de las 10.097 que ardieron en 2009. La cifra se acerca a las 6.039 hectáreas de 2008 y supera las 2.925 del verano de 2007. La ola de fuegos de 2006 disparó el registro hasta las 95.887 hectáreas.
Mientras, la Guardia Civil detuvo ayer a M.R.P. de 42 años y vecino de Salceda de Caselas (Pontevedra) como presunto autor de un incendio forestal que afectó a unas nueve hectáreas en ese municipio. En el incendio, que se produjo el pasado día 7, fueron detectados dos focos distintos.
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