Telefónica evita males mayores
La raquítica recuperación con la que amenazan las grandes economías desarrolladas atenaza a los inversores estos días. Ayer ni las gangas que podían encontrarse en los parqués por el batacazo del miércoles animaron las compras. Tampoco ayudaron los malos datos del mercado laboral de Estados Unidos, que apuntalan la tesis más pesimista. Solo las buenas noticias procedentes de indicadores que se conocen hoy, como el de confianza en la primera economía del mundo, podría darle la vuelta a la situación y llevar cierto optimismo a los parqués.
Con este clima, los inversores optaron por seguir buscando amparo en valores y activos considerados tradicionalmente como seguros. La rentabilidad del bono alemán volvió a caer. Y en los parqués españoles, donde el Ibex se dejó un 0,31% de su valor y cerró en 10. 342,4 puntos, Telefónica apareció entre los valores que ganaron posiciones. Las acciones de la operadora subieron un 0,55%, lo que le convirtió, de nuevo, en el mayor valor por capitalización bursátil por delante de Banco Santander, con el que se intercambia el puesto constantemente. Esta ganancia evitó una caída mayor del índice selectivo español. Al fin y al cabo, los títulos de la operadora ponderan más del 22% en el Ibex 35. Mejor que a Telefónica, le sentó la jornada a Grifols (1,40%), Red Eléctrica (1,28%) y Ebro (1,20%).
En el lado de las pérdidas, aparecen las constructoras, también claves en el comportamiento de la Bolsa española. Sacyr, FCC o Acciona retrocedieron posiciones de forma destacada. También el fabricante de aerogeneradores Gamesa.
El mismo cariz tuvo la sesión en el resto del continente: pérdidas generalizadas y apuesta por valores refugio como las empresas de telecomunicaciones (Deutsche Telekom, Telecom Italia, France Telecom), firmas energéticas (GDF o Enel) o agroalimentarias (Danone y la cervecera holandesa Anheuser-Busch), pues el negocio de este tipo de empresas se resiente menos en tiempos de crisis o bajo crecimiento. Pero el dominio de las ventas no fue unánime en toda Europa. El FTSE londinense logró escapar de esa tendencia y subió un 0,4%.
El desánimo con la situación económica se extendió también al mercado de materias primas. El petróleo volvió a abaratarse. El barril de brent, referencia del crudo en Europa, pasó a valer poco más de 76 dólares.
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