De la Torre acomete la reforma de La Merced sin resolver el edificio cultural
El Ayuntamiento confía en que las obras arranquen el próximo noviembre
Quedan nueve meses para las próximas elecciones municipales y el principal proyecto que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, incluyó en su programa electoral, la remodelación de la Plaza de La Merced, requiere no menos de seis meses de obras. El tiempo apremia y de otra forma no se explican las prisas repentinas por un proyecto que se supone ha tenido su tiempo de maduración. El alcalde, acompañado del presidente provincial del PP, que es concejal de Turismo, Elías Bendodo, y de los ediles de Urbanismo, Manuel Díaz, de Economía y portavoz, Carolina España, y de distrito centro, Diego Maldonado, lo presentó ayer en público en un acto que fue convocado a las diez de la noche del miércoles, con apenas 12 horas de margen, después de que esa misma tarde lo diera a conocer a vecinos y comerciantes.
El proyecto prevé peatonalizar dos de los cuatro laterales de la plaza
Era un filtro importante, porque los colectivos vecinales rechazaron el proyecto presentado meses atrás ya que contemplaba un importante cambio de la fisonomía de la emblemática plaza en la que nació Picasso y está enterrado el general Torrijos al eliminar la meseta central elevada sobre un par de escalones y dejar todo en un solo nivel.
No obstante, el alcalde trató de desligar el calendario de las obras con el electoral. "No hay una fecha fija para su término, cuando esté, que esté". La idea del equipo de Gobierno es licitar las obras en septiembre para que pudieran comenzar en noviembre. La actuación está presupuestada en 4,8 millones de euros.
Sorprende también que la remodelación de la Plaza de la Merced se acometa sin tener resuelto aún el futuro de la manzana de uno de sus cuatro laterales, donde se ubica el edificio de los antiguos cines Astoria y Victoria, que el Ayuntamiento pretende derribar para construir un centro cultural, aunque aún no ha cerrado un acuerdo de compra con sus actuales propietarios tras varios meses de negociación.
Según explicó el alcalde, el nuevo diseño aspira a convertir La Merced en "la auténtica plaza mayor de Málaga, ganando espacio para el uso ciudadano, con menos tráfico, más árboles y más bancos para disfrutar de un entorno pensado como lugar de encuentro de vecinos y visitantes".
Dos de los cuatro laterales de la plaza serán peatonalizados, la L que forman el edificio de los cines y la línea de Casas de Campo, donde se ubica la casa natal de Picasso, y serán asfaltados con el mismo mármol usado en el Parque y calle Alcazabilla. La zona abierta al tráfico se mantendrá adoquinada. Habrá más iluminación y se ampliará la zona arbolada, que tendrá 46 jacarandas, cuatro magnolias y 28 naranjos.
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