El superávit comercial de China se dispara y eleva la presión sobre el yuan

La fábrica del mundo sigue funcionando a toda máquina. El superávit comercial chino alcanzó 28.700 millones de dólares (21.890 millones de euros) en julio, gracias al buen comportamiento de las exportaciones y la moderación de las importaciones por la menor demanda interna. Se trata del valor más alto desde enero de 2009, lo que según los analistas conducirá, probablemente, a nuevas presiones internacionales sobre China para que revalúe su moneda -el yuan o renminbi- y la consiguiente resistencia de Pekín.

China se comprometió a mediados de junio a dejar que el yuan se fluctúe más libremente con respecto al dólar. Pero desde este anuncio, el yuan ha ganado menos del 1% con respecto al dólar.

Las ventas chinas al exterior crecieron un 38,1% respecto a un año antes, hasta 145.500 millones de dólares, mientras las compras fueron de 116.800 millones, un 22,7% superiores. Los incrementos en junio habían sido del 43,9% y el 34,1%, respectivamente, y el superávit, de 20.020 millones de dólares. Las cifras de julio suponen un fuerte giro respecto a la situación en marzo, cuando el país asiático registró déficit comercial.

La ralentización de la demanda de productos extranjeros podría limitar la contribución de China a la recuperación de la economía mundial. Pekín ha tomado estrictas medidas para frenar la fiebre constructora y de concesión de créditos, y atajar una posible burbuja inmobiliaria. También ha caído la actividad en el sector automovilístico. El número de vehículos vendidos en julio fue de 1,2 millones de unidades, lo que supone un descenso del 11,9% respecto a junio. La economía aumentó un 10,3% en el segundo trimestre, cuando en el primero lo había hecho un 11,9%.

El superávit comercial dará nuevos argumentos a Estados Unidos para insistir en una apreciación del yuan más rápida. Pero Pekín podría responder diciendo que el crecimiento de las exportaciones ha sido menor que el mes anterior. La divisa asiática se ha revalorizado tan solo un 0,8% frente al billete verde desde que el pasado 19 de junio China puso fin a 23 meses de anclaje del yuan al dólar, y reintrodujo un sistema de flotación controlada. El Gobierno ha descartado cambios drásticos en su cotización. Washington acusa a Pekín de mantener el yuan artificialmente bajo para beneficiar a sus empresas exportadoras; algo que las autoridades chinas han rechazado. Algunos críticos -muchos de ellos parlamentarios estadounidenses- aseguran que debería apreciarse hasta un 40%.

El precio de la vivienda en 70 ciudades chinas ascendió un 10,3% en el conjunto del año hasta julio, cuando había subido un 11,4% en los 12 meses finalizados en junio. Las Bolsas chinas reaccionaron ayer con fuertes recortes, del 2,9% en Shanghai y del 3,3% en Shenzen, los dos parqués principales.