"Lo único que lamento es no haber trabajado con Michael Jackson"
¿Qué tienen en común Indiana Jones y Roger Rabbit? ¿Los Gremlins con el agente Jason Bourne? La respuesta suele aparecer en los títulos de crédito: "Producida por Frank Marshall". Un californiano que a sus 63 años puede presumir de haber contribuido al imaginario colectivo con películas-icono del calibre de Regreso al futuro, Los Goonies o Poltergeist y de haber trabajado con realizadores de la talla de Steven Spielberg, Hayao Miyazaki o Martin Scorsese. Visitó España hace unos días para promocionar su nueva criatura, Airbender, el último guerrero, de M. Night Shyamalan. Todavía recuerda con una enorme sonrisa la primera vez que pisó este país: "Fue en 1969. Estuve en Ibiza y en los sanfermines. Era lo que entonces tocaba".
Pregunta. ¿Qué siente cuando le dicen: "Me crie con sus películas"?
Respuesta. Es un poco problemático [risas]. Me encanta mi trabajo y siempre estoy metido en proyectos. Así que, cuando alguien te dice algo así, miras atrás y te das cuenta del impacto real que ha tenido tu trabajo.
P. ¿Y cuándo le dicen: "Usted transformó el cine de los ochenta"?
R. Creo que fui una persona que ayudó a cambiar la forma en la que se hacía el cine de aquella época. Pero siempre se trata de una colaboración. El cine es un trabajo de equipo.
P. El modelo de cine espectacular con efectos especiales, ¿sigue funcionando?
R. Lo haría si hubiera mejores historias. Basta ya de películas basadas en juguetes, remakes, secuelas... En mis tiempos teníamos ideas originales. Ahora somos un poco vagos, la verdad.
P. ¿El 3D es de vagos?
R. Si se usa incorrectamente, sí. No funciona en todas las películas. Tiene que ser una decisión artística además de comercial.
P. ¿Qué le hizo volver a trabajar con M. Night Shyamalan?
R. Es una especie de Alfred Hitchcock. Tiene una idea muy clara de lo que quiere. Se dirige al niño que llevamos dentro.
P. Por sus producciones, parece que sabe perfectamente cómo es el niño que su público lleva dentro...
R. Me gusta contar esas historias. Es como jugar con un tren eléctrico.
P. Un tren eléctrico un tanto caro, ¿no?
R. Ser productor sigue sin ser un trabajo para mí. Puedo estar metido en tres o cuatro proyectos a la vez y ya no me preocupa ni lo más mínimo.
P. También sigue siendo un trabajo un tanto oscuro. ¿Cómo lo definiría?
R. El papel del productor es hacer que la idea de un realizador se vea en la pantalla por un determinado precio. Se trata de saber combinar muy bien comercio y arte. Si eres un pintor, tú pintas. Pero si alguien te da 50 millones de dólares, alguien se tiene que hacer responsable de ello. Y el productor está para eso. Para ayudar al director a cumplir las expectativas depositadas en él.
P. ¿Hay algo que se le quedó por hacer en el camino?
R. Lo único que lamento es no haber trabajado con Michael Jackson. Me pidió hacer el videoclip para Black or white y lo rechacé. Todavía conservo el mensaje del contestador.
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